La mirada hacia el cielo puede servir para mejorar la realidad de lo que se encuentra en la Tierra. La directora del Planetario de Madrid, Asunción Sánchez Justel, defiende el valor de la puerta que abre la astronomía al conocimiento y a la salud de nuestro planeta, así se refleja en el artículo ‘La fisica en la sociedad’ en el que intervienen expertos de campos tan dispares como la meteorología, el medio ambiente, la energía y la informática. En él queda claro que el medio ambiente es un sector multidisciplinar que se enriquece con los diferentes puntos de vista de los investigadores en las distintas materias, así como en su labor de divulgación. Con veinte años de experiencia al frente del Planetario de Madrid, esta licenciada en Física Teórica insiste en la importancia que tiene el estudio de los planetas. “La constatación del tremendo efecto invernadero que sufre Venus sirvió para dar la voz de alarma sobre las consecuencias que nuestra actividad puede tener en un posible cambio climático global en nuestro planeta”, recuerda.
Primero por su belleza, un incomparable espectáculo que la naturaleza nos ofrece todos los días. Después, porque el cielo es la ventana que nos comunica con el Universo y su visión nos ha llevado a plantearnos preguntas que han sido esenciales para el nacimiento de la ciencia.
El conocimiento de otros planetas tiene una gran utilidad para preservar nuestro medio ambiente. Por ejemplo, el constatar el tremendo efecto invernadero que sufre Venus sirvió para dar la voz de alarma sobre las consecuencias que nuestra actividad puede tener en un posible cambio climático global en nuestro planeta.
Comprender el Sistema Solar es conocer nuestro rincón en el Universo y nuestro origen. Su diversidad nos ayuda a comprender mejor nuestro planeta y su singularidad. Estudiar cómo son y cómo evolucionan las estrellas nos sirve para entender mejor la evolución de nuestra estrella: el Sol. Conocer la estructura, origen y evolución del Universo es indispensable para entender el origen y el destino de todo.
Conocer la estructura, origen y evolución del Universo es indispensable para entender el origen y el destino de todo
Ha sido determinante en el enorme progreso de las comunicaciones y de nuevos materiales. Y las misiones tripuladas han proporcionado gran número de datos sobre las reacciones del organismo y del comportamiento humano en condiciones no habituales, especialmente la ausencia de gravedad durante períodos largos de tiempo.
Aparte de los resultados directos en la profundización de conocimientos científicos, la investigación espacial es el campo de pruebas y desarrollo de nuevas tecnologías que generan gran cantidad de puestos de trabajo especializado y que, casi siempre, llevan a avances tecnológicos que terminan contribuyendo a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos
Como ya he dicho, el conocimiento del Sistema Solar, como un todo, y el estudio de la diversidad de los cuerpos que lo componen, ayuda a entender el origen, la historia y la evolución de nuestro planeta. Por otra parte, los primeros datos sobre planetas de otros sistemas solares están ayudando a entender mejor la evolución del nuestro.
El papel de los planetarios es esencial para la comunicación del conocimiento astronómico, pues en realidad son los únicos centros especializados en divulgación de la astronomía que existen.
Mediante una labor de educación y de información que debe centrarse sobre todo en la época escolar. Si en los estudios de Primaria o Secundaria se incluyeran de manera clara y sencilla lo que es la Astronomía y cuáles son las preguntas esenciales que esta ciencia responde se evitaría de manera casi total esa confusión, que sólo favorece a charlatanes y a desaprensivos.
Lamentablemente, y por la ausencia de estudios adecuados en los niveles obligatorios de la enseñanza, la mayor parte de las personas carecen prácticamente de conocimientos astronómicos y la práctica totalidad sólo sabe distinguir en el cielo al Sol y a la Luna.
Sin embargo, por la reacción que tienen nuestros visitantes, podemos constatar que existe un gran interés en el conocimiento de estos temas. Por ejemplo, normalmente comprobamos que se crea una gran expectación cada vez que sucede un evento astronómico o cuando los medios se hacen eco de algún descubrimiento científico o de los éxitos de las misiones espaciales.
Los planetarios no son centros de investigación, puesto que, por su naturaleza, no cuentan con los medios adecuados ni con investigadores propios. Son únicamente centros de divulgación que, por un lado trasmiten al ciudadano mediante actividades propias los últimos progresos sobre el conocimiento astronómico, y por otro sirven de foro y escenario para que astrónomos y otros científicos comuniquen directamente a la sociedad el resultado de sus investigaciones.
