Casi la mitad de los 26 millones de casas que hay en España se edificaron antes de 1980. Y de esos inmuebles más antiguos, un millón presenta un mal estado de conservación. Estos datos revelan lo urgente que es renovar el parque español de vivienda, que además consume en torno el 30 % de la energía y genera alrededor del 40 % de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Esto es así porque tres de cada cuatro edificios son ineficientes desde el punto de vista energético, tal y como admite la propia Comisión Europea (CE). Para paliar esta situación se utilizarán parte de los fondos destinados por Europa a reparar los daños provocados por la crisis de la covid-19. A continuación te contamos cómo acceder a estas ayudas para mejorar la eficiencia energética de las viviendas, y en qué actuaciones habría que incidir.
Gran parte de la energía que se consume en nuestros hogares se malgasta. De ahí que la mejora de la eficiencia energética en el parque inmobiliario sea una prioridad para poder cumplir con los objetivos europeos relacionados con la sostenibilidad y así conseguir la neutralidad en emisiones de carbono establecida para 2050.
Según datos del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), el 81 % de los inmuebles en España tiene una calificación inferior a la letra D en la etiqueta energética. O lo que es lo mismo, suspende en términos de emisiones. Este porcentaje aumenta al 84 % si nos referimos al consumo de energía. Que las viviendas sean más sostenibles beneficia no solo al medio ambiente. También al bolsillo, porque se reduce el gasto en facturas.
Cómo acceder a los fondos europeos para mejorar la eficiencia de la vivienda
Desde el MITMA reconocen que 9,3 millones de casas necesitan rehabilitación en España. Y aquí las subvenciones europeas procedentes de los fondos Next Generation EU pueden desempeñar un papel importante. En los próximos dos años, el Gobierno pondrá a disposición de propietarios, comunidades de vecinos, empresas y administraciones públicas más de 5.500 millones de euros para paliar esta situación y avanzar hacia una economía circular y descarbonizada.
Para acceder a este dinero se deben cumplir con una serie de condiciones establecidas en los distintos programas que contemplan multitud de actuaciones, incluidas las reformas para mejorar la eficiencia energética: uso de renovables en las instalaciones térmicas de calefacción, refrigeración y agua caliente; generación de electricidad mediante placas solares; instalación de puntos de carga para vehículos eléctricos; sustituciones de ventanas; cambios en la envolvente térmica; sustitución de instalaciones de gas y gasóleo por otras que empleen fuentes renovables, etc.
“Hasta el 30 % de la energía de un edificio se pierde por la cubierta y la fachada. Por lo tanto, todas aquellas acciones destinadas a la mejora de estos elementos repercutirán para bien en el saldo energético del inmueble y en la factura del consumidor”, apunta el responsable del Gabinete Técnico del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE), Juan López-Asiain.
Actuaciones necesarias para lograr casas más eficientes
El experto del CGATE enumera tres actuaciones necesarias para que las viviendas sean más eficientes:
1. Mejorar el aislamiento térmico
“Es la actuación prioritaria”, admite este profesional. Es habitual que los edificios construidos antes de los años 80 no estén bien aislados, lo que genera problemas de humedad por condensación y moho. Tampoco se mantiene de modo correcto la temperatura de confort adecuada, por lo que cada mes se pierde dinero en facturas de gas y luz que pueden ser muy elevadas en los meses más fríos y calurosos del año.
La solución pasa por la incorporación de materiales aislantes en muros exteriores, cubiertas, suelos, tabiques y huecos. Con ello, se lograría una importante reducción de la demanda de energía y un ahorro de entre 300 y 500 euros anuales. Otras medidas eficaces son la sustitución de carpinterías exteriores o la incorporación de sistemas de control solar.
2. Apostar por las instalaciones eficientes
El segundo paso se refiere al uso de instalaciones y equipos electrificados que incorporen nuevas tecnologías y maquinaria de última generación, de modo que se eviten los combustibles más contaminantes.
3. Empleo de energías renovables
Una vez tengamos una demanda baja de energía y un rendimiento óptimo de las instalaciones, el tercer objetivo pasa por conseguir que el gasto energético se cubra mediante energías alternativas y renovables (solar, aerotermia o geotermia, entre otras).
Cómo saber qué mejoras necesita mi vivienda
Imagen: MartinHarry
Para identificar las necesidades exactas de cada vivienda y actuar de modo correcto para lograr un ahorro, desde el CGATE recuerdan que existen tres herramientas muy útiles a nuestro alcance:
- Por un lado, el certificado de eficiencia energética permite conocer cómo es el consumo de energía primaria en el inmueble a través de un sistema de clasificación que va de la A (mejor puntuación) a la G (suspenso energético).
- Además, el CGATE ha puesto en marcha la calculadora energética de costes, que nos orienta con los costes anuales y calcula el ahorro que supondría tener una vivienda más eficiente (pasar de la letra G a la A, por ejemplo).
- Por último, está el Libro del Edificio Existente, un amplio manual que sirve para informar a las comunidades de propietarios y usuarios sobre las ventajas que podrían conseguir en sus hogares en caso de llevar a cabo estas actuaciones de rehabilitación.