Gran parte de los inmuebles en España desaprovechan la energía que consumen, un despilfarro negativo para el bolsillo de sus inquilinos y para el medio ambiente. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) ofrece unas ayudas para la rehabilitación energética de los edificios. Pero no es la única entidad que contribuye para que se apliquen medidas de eficiencia energética en las edificaciones de nuestro país. Otras instituciones locales y autonómicas también han puesto en marcha diversos programas. Este artículo explica cómo solicitar estas ayudas y por qué conviene hacer una rehabilitación energética.
Rehabilitación energética de edificios, cómo pedir ayudas
El 80% de los hogares españoles necesita una rehabilitación energética, según datos del Centro Nacional de Energías Renovables (Cener). El Ministerio de Industria, Energía y Turismo (MINETUR) ha puesto en marcha el programa de ayudas PAREER-CRECE, dotado con 200 millones de euros. El objetivo de estas subvenciones, que gestiona el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), es promover reformas en los edificios para mejorar su eficiencia energética, aumentar el uso de las energías renovables, reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2), principal gas implicado en el cambio climático, y que sus inquilinos ahorren en energía.
Un edificio que implante medidas de eficiencia puede reducir al menos el 40% de su factura energéticaLas actuaciones que pueden recibir dichas ayudas comprenden la mejora de la eficiencia energética de la envolvente térmica, de las instalaciones térmicas y de iluminación, así como la sustitución de energía convencional por biomasa o energía geotérmica en las instalaciones térmicas.
El programa consta de unas ayudas dinerarias que oscilan entre el 20% y el 30%, dependiendo del tipo de actuación que se realice, y unos préstamos reembolsables para cubrir entre el 60% y el 70%, según las actuaciones.
Los requisitos para conseguirlas comprenden ser dueño de las viviendas, ya sea persona física o jurídica, comunidades de propietarios o empresas de servicios energéticos (ESE), y que las actuaciones mejoren la calificación energética total del edificio en, al menos, una letra medida en la escala de emisiones de CO2.
Las subvenciones podrán pedirse hasta el 31 diciembre 2016, aunque si quedara presupuesto tras dicha fecha, el IDAE indica que se podrá ampliar el plazo como máximo hasta el 31 de diciembre de 2020. Las solicitudes se pueden realizar en el formulario de la página web del IDAE.
Además del IDAE, otras instituciones locales y autonómicas con competencia en energía y medio ambiente ofrecen diversas ayudas, como recuerda Eider Uriarte, experta del Centro de recursos para la Sostenibilidad Urbana de Bilbao (Ingurubide), una iniciativa para ayudar a quien quiere reformar o rehabilitar su vivienda o local con criterios sostenibles. Por ejemplo, el Ente Vasco de la Energía (EVE) ofrece en el País Vasco un programa de ayudas a la eficiencia energética. Por tanto, conviene informarse en la institución competente en la comunidad o ciudad en la que se resida.
De todas las reformas posibles que pueden llevarse a cabo para una mejor rehabilitación energética, Uriarte recomienda un buen aislante térmico (envolvente, fachada y ventanas) de los edificios, así como las calderas.
Por qué conviene hacer una rehabilitación energética
Un edificio que implante medidas de ahorro y eficiencia energética puede reducir «al menos el 40% de su factura energética, una cifra significativa con los altos precios actuales de la energía», señala Rafael Herrero, presidente de la Asociación de Empresas de Servicios Energéticos (ANESE). Este ahorro se debe a que la mayor parte del dinero para pagar los gastos en energía en las viviendas se pierde por defectos en el hogar o ausencia de aislamiento, recuerda Alberto Coloma, gerente de la Fundación La Casa que ahorra, cuyo objetivo es reducir el consumo energético y el impacto ambiental de los edificios españoles.
Además del bolsillo, el medio ambiente también lo agradece. La producción de energía se basa en el carbón o el petróleo, que generan CO2. La organización conservacionista WWF señalaba en un informe de 2012 que la rehabilitación energética profunda de 400.000 casas al año evitaría la emisión de ocho millones de toneladas de CO2. La generación de contaminación es otra de las consecuencias de producir y consumir energía, con la emisión de diversas sustancias y gases nocivos para el medio ambiente y la salud.
Al aumentar la eficiencia energética, los propietarios pueden obtener un certificado energético alto que revaloriza las edificaciones y las acerca a normativas europeas cada vez más exigentes en este aspecto.