La energía que paga la gran mayoría de los consumidores españoles ha aumentado un 60% desde 2007. Uno de los elementos que explica esta subida es el peso ganado en la factura eléctrica por el concepto fijo de la potencia contratada. Esta medida conlleva ciertas consecuencias negativas para el bolsillo de los consumidores y el medio ambiente, que pueden reducirse con unos cuantos consejos. Este artículo explica por qué bajarse la potencia eléctrica y cómo hacerlo.
Por qué bajarse la potencia eléctrica
La factura de la electricidad que paga la gran mayoría de los consumidores ha aumentado un 60% desde 2007. Por otra parte, la renta media de los hogares ha disminuido desde dicho año en un 8,5%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Las consecuencias son fáciles de deducir: más dificultades para asumir el coste energético, hasta el punto de que alrededor de 1,4 millones de viviendas sufrieron un corte de luz por impago en 2012 en España, más del doble que antes de 2006.
Bajarse la potencia eléctrica puede ahorrar 19 euros al mes en la facturaUno de los factores que explica esta subida del recibo, incluso si se gasta la misma o menos energía, es la forma en que se factura ahora: el peso de su concepto fijo ha aumentado, mientras su variable ha disminuido. Los consumidores pagan en la factura eléctrica un término fijo, la potencia contratada, y uno variable, el consumo mensual. La potencia es el máximo de electricidad que puede consumirse en un mismo momento.
Las compañías eléctricas señalan que esta medida es necesaria para compensar el descenso del consumo de energía en España y hacer frente a los costes de mantenimiento de la red eléctrica. Con una potencia muy alta, se pueden tener en funcionamiento muchos aparatos y sistemas eléctricos a la vez, pero se paga más en la factura, aun cuando esté todo apagado.
Además de la economía familiar, el medio ambiente también se resiente. Los consumidores pueden deducir que pueden encender los aparatos eléctricos y electrónicos, las luces, etc., y pagar una cantidad muy parecida. «Es una especie de tarifa cuasi plana, donde las 2/3 partes de la factura son fijas, y solo el 1/3, variable. Esta nueva estructura de peajes penaliza o dificulta la implantación de sistemas de ahorro y eficiencia energética», subraya Javier Domínguez, uno de los responsables de la Plataforma por el Impulso de la Generación Distribuida y el Autoconsumo Energético, formada por varias asociaciones del sector de las energías renovables y la instalación eléctrica, así como diversas ONG ecologistas.
La concienciación por el ahorro de energía queda así relegada. Aunque se pague de manera similar por consumir más, la energía no sale de la nada y produce un impacto ambiental considerable. Su producción se basa en el uso del carbón o el petróleo, que generan dióxido de carbono (CO2). Además de estas emisiones involucradas en el cambio climático, el empleo de combustibles fósiles supone también la emisión de sustancias y gases nocivos para el medio ambiente y la salud. Otra parte de la electricidad consumida proviene también de las centrales nucleares, cuyos residuos radiactivos o la posibilidad de un accidente pueden provocar un impacto ambiental grave.
Cómo bajarse la potencia eléctrica
La bajada de la potencia eléctrica contratada es una decisión que los consumidores pueden llevar a cabo para reducir su factura eléctrica y el impacto ambiental de la generación energética. Para hacerlo de forma adecuada, se recomiendan los siguientes cuatro pasos:
- 1. Ser conscientes del ahorro que puede suponer. El consumo de un hogar promedio al año en España, según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), es de 3.487 kilovatios hora (kWh). El ahorro de una familia al año en la generalizada Tarifa de Último Recurso (TUR), por bajarse la potencia un tramo, sería 52,14 euros; por dos tramos, 104,29 euros; por tres, 156,43 euros, etc. También es interesante consultar la página web Nergiza, donde explican de forma detallada cómo hacerlo y que, gracias a la medida, su autor ha conseguido un ahorro de 19 euros al mes.
- 2. Conocer la potencia realmente necesaria. La página web «Bájate la potencia« señala que la potencia contratada por los consumidores en España es un tercio mayor que la instalada en realidad para producir energía. «Hay en promedio margen más que suficiente para bajar nuestra potencia contratada. Es decisión tuya y no de la compañía eléctrica. Por eso, si lo decides, están obligados a hacerlo», según los responsables de esta web, que explican de qué manera calcular la potencia realmente necesaria para cada consumidor. Depende de los tipos de electrodomésticos, de cómo se utilizan, de cuántas personas viven en la vivienda y cuántos aparatos se usan al mismo tiempo. Si nunca ha saltado la luz en casa, hay margen para bajar la potencia al menos un tramo.
- 3. Comprobar cuánta potencia hay contratada. Para ello se puede consultar la factura eléctrica, en concreto en la zona de información del titular.
- 4. Solicitarlo a nuestra compañía eléctrica. Cada empresa comercializadora tiene un teléfono de contacto para clientes y una forma de tramitar la reducción de potencia. En general, suelen pedir el DNI y el pago de 11 euros. La página web «Bájate la potencia» ofrece un formulario para notificarlo a la compañía y actuar en una campaña ciudadana que sume adhesiones como forma de presión.