500 millones de barriles de petróleo, inversiones por 9.000 millones de euros y la creación de hasta 5.000 empleos. Repsol cree que estas estimaciones podrían hacerse realidad si se aprueba su proyecto de sondeo y producción de las estructuras que localizó hace unos años bajo las aguas del mar frente a Lanzarote y Fuerteventura. Desde la compañía minimizan los posibles riesgos, mientras que ONG ecologistas como WWF y Ecologistas en Acción se oponen al proyecto por los graves impactos que podría causar. Este artículo ofrece los siguientes contenidos: Petróleo en Canarias: así se extraería; Riesgos para el medio ambiente y la salud; Beneficios económicos y laborales; y ¿Afectaría al turismo?.
Petróleo en Canarias: así se extraería
500 millones de barriles capaces de cubrir el 10% de la demanda actual de petróleo en España. Es el hidrocarburo estimado, en un escenario «moderado» según Repsol, que podría esconder el subsuelo marino a unos 60 kilómetros de Lanzarote y Fuerteventura. La compañía realizó hace unos años una «campaña sísmica», una especie de ecografía de la zona, que detectó estructuras susceptibles de contener crudo. La aprobación de un reciente RD ha abierto la posibilidad de comprobar qué hay en realidad.
Si se logran los permisos, la producción comenzaría de aquí a diez años mínimoEl primer objetivo de Repsol sería realizar «uno o dos sondeos exploratorios». Según fuentes de la compañía, se utilizaría un buque perforador robotizado de última generación y todas las medidas de seguridad para alcanzar las estructuras detectadas a unos 3.500 metros (900-1.000 metros de agua más 2.500 de subsuelo marino).
El proyecto se evaluará antes mediante estudios de impacto ambiental en los que cualquier ciudadano podrá exponer sus alegaciones. El Ministerio de Medio Ambiente (MAGRAMA) decidirá entonces si se puede o no realizar. Desde Repsol señalan que se necesitarán como mínimo dos años y que, en caso de lograr los permisos y detectar el hidrocarburo previsto, la producción comenzaría de aquí a diez años mínimo.
Riesgos para el medio ambiente y la salud
Noelia Sánchez, portavoz de la Federación Canaria Ben Magec – Ecologistas en Acción, destaca los efectos negativos para el medio ambiente y la salud de todo el proceso, incluida la fase de exploración: posible contaminación con sustancias tóxicas y cancerígenas, alteraciones irreversibles en cetáceos por la intensidad sonora de las prospecciones, cambios en las rutas migratorias de especies marinas, reducción de la biodiversidad y de las especies pesqueras, etc.
Según fuentes de Repsol, no hay estudios que determinen que la extracción de crudo influya en la salud de las personas. En cuanto al medio ambiente, aseguran haber demostrado durante muchos años que los incidentes de sus perforaciones en aguas profundas son «muy reducidos».
La portavoz del colectivo ecologista considera que «a mayores profundidades de perforación, mayores riesgos de fallos tecnológicos, de vertidos y más complicadas las medidas en caso de accidente o imprevisto.» Sánchez recuerda la marea negra del Golfo de México en 2010, causada por el accidente en una plataforma petrolífera; los más de 17 accidentes desde 2001 relacionados con la plataforma Casablanca de Repsol, frente a Tarragona; o los pequeños derrames durante el transporte y las operaciones de prospección y perforación petrolífera, equivalentes a los grandes vertidos debido a su frecuencia y repetición.
Desde la compañía petrolera afirman que el proyecto de Canarias es «bastante rutinario»: Repsol realiza al año unos veinte sondeos exploratorios de media en todo el mundo (algunos de ellos han alcanzado los 6.000 metros) y en condiciones más complejas. «Hay miles y miles de campos en producción en todo el mundo (solo en el Golfo de México hay 30.000 pozos), y los incidentes son una excepción», subrayan.
Beneficios económicos y laborales
España produce el 0,2% del petróleo que consume, basicamente en la plataforma Casablanca. La gran dependencia energética española del exterior se reduciría y haría al país más competitivo, argumentan desde la compañía.
Asimismo, en Repsol afirman que la inversión prevista para todo el periodo de producción (unos 20-25 años) rondaría los 9.000 millones de euros y se crearían entre 3.000 y 5.000 puestos de trabajo, la mayoría en Canarias, en torno a dicha actividad (proveedores, tráfico portuario, mantenimiento, tuberías, etc).
La portavoz del colectivo ecologista sostiene que Canarias no recibiría ningún beneficio. Noelia Sánchez explica que para ganar el mayor dinero posible, Repsol intentaría transportar el crudo a la refinería más cercana de su propiedad y, por tanto, no atracaría en Canarias.
¿Afectaría al turismo?
La imagen de Canarias asociada a plataformas petrolíferas propiciaría la bajada de visitantes, según la portavoz de la Federación Canaria Ben Magec – Ecologistas en Acción. En caso de un vertido, añade Noelia Sánchez, además de los citados daños al medio ambiente, la salud o la economía, podría generar un grave problema de abastecimiento de agua, ya que Lanzarote y Fuerteventura dependen de la desalinización del agua del mar.
Desde Repsol sostienen que turismo y actividad petrolífera son compatibles, como se demuestra en lugares de todo el mundo: California, Cuba, Venezuela, Brasil, Noruega, etc. La propia plataforma Casablanca está en la Costa Dorada, que recibió el año pasado cinco millones de turistas.