El buque de la expedición científica española que trabaja en la filmación de un documental sobre el calamar gigante recuperó el viernes un ejemplar macho muerto de 6 metros de largo y 50 kilos de peso en el caladero de Carrandi, a 200 millas de la costa de Gijón. El hallazgo es extraordinario porque jamás se había capturado uno de ese sexo.
El descubrimiento de este ejemplar, de la especie «architeuthis», demuestra que el caladero de Carrandi es un verdadero «santuario» de estos misteriosos animales. Este ejemplar ocupará un lugar privilegiado en la exposición de la Coordinadora para el Estudio y la Recuperación de las Especies Marinas (Cepesma) en Luarca que, con 15 calamares gigantes, es la más importante del mundo.
El «architeuthis» macho cayó entre las redes de dos barcos arrastreros -el Elena María y el Bautista Pino-. Fue en una sima del caladero conocida por los pescadores como el «pozo de la vaca», a 400 metros de profundidad. Apenas a 350 metros se encontraba una de las cámaras colocadas por los científicos del Proyecto Kraken, que se han desplazado hasta la zona para filmar al calamar gigante.
La sorpresa llegó cuando los pescadores llamaron por radio para informar a Luis Laria -presidente de Cepesma y miembro de la expedición- del impresionante hallazgo. El ejemplar fue trasladado a la cubierta del «Investigador», el barco de la expedición. Quienes lo analizaron tenían ante sí una «bomba científica», aseguró Laria, quien confesó que contemplar el animal le puso «los pelos de punta».
Por sus características se cree que es un ejemplar maduro. Los científicos lo afirman así porque esta especie se caracteriza por un importante bimorfismo sexual, esto es, las hembras son más grandes que los machos. Ellas pueden alcanzar los 20 metros de largo y pesar alrededor de 200 kilos. Tras este hallazgo, los científicos que integran la expedición Kraken mostraron su confianza en filmar a los calamares gigantes en su medio.
La expedición a bordo del «Investigador»partió el pasado 20 de agosto hacia Carrandi con el objetivo de captar por primera vez en la historia imágenes de un calamar gigante vivo y en su hábitat natural. José Manuel Novoa, portavoz de Transglobe Films, empresa productora del reportaje sobre la vida de estos cefalópodos en el fondo submarino, explicó que la expedición sufrió un percance a causa de un golpe de mar que afectó a las conexiones de fibra óptica, utilizada para rodar en las profundidades submarinas, y tuvo que volver a puerto.