La Junta de Castilla y León pondrá en marcha en los próximos dos meses en más de 300 municipios de la comunidad nuevas actuaciones dirigidas a controlar la actual plaga de topillos. La consejera de Agricultura, Silvia Clemente, dijo que consistirán básicamente en la limpieza de cunetas y la aplicación de tratamientos fitosanitarios en localidades situadas en el límite exterior de la plaga.
Los municipios con mayor superficie de regadío y de viñedo tendrán prioridad. Los productos químicos se aplicarán en cunetas, linderos entre fincas e incluso en el interior de algunas parcelas de cultivo. Según la consejera, serán los técnicos de la Junta quienes den a los agricultores las instrucciones de aplicación de estos tratamientos.
Estas medidas no paralizarán las quemas controladas de rastrojos que se llevan a cabo en Fresno el Viejo (Valladolid), Horcajo de las Torres (Ávila), Monzón de Campos (Palencia), Poveda de las Cintas (Salamanca), Montuenga (Segovia) y Marzales (Valladolid).
Falta de predadores
Por su parte, Ecologistas en Acción ha advertido de que el uso de venenos es la causa y no la solución a la invasión de topillos que sufre Castilla y León. Esta asociación compara esta plaga con la de medusas en el Mediterráneo ya que, como la de topillos, está motivada en buena medida por la falta de predadores naturales.
«El problema de los topillos viene de hace años, no es nuevo ni extraño, es un problema ambiental recurrente, y aplicar venenos no es una solución, es un parche», dijo Theo Oberhuber, coordinador general de Ecologistas en Acción.
Según Oberhuber, el uso de productos químicos es una de las causas del problema porque mata a los predadores de estos roedores, tales como milanos, águilas y lechuzas, que son su control natural.