Los edificios construidos en España pueden ser más ecológicos y ahorrar dinero a sus inquilinos gracias a la Certificación Verde. Este sistema “made in Spain” evalúa un edificio para reducir su impacto ambiental en comparación con uno estándar. Algunos inmuebles ya están en proceso de certificación y, según sus responsables, la mayor inversión inicial merece la pena, ya que se amortiza a lo largo de su vida útil, se comporta de forma más sostenible y proporciona varios beneficios económicos.
Certificación Verde para edificios, qué es y qué ventajas aporta
Un edificio con Certificación Verde es más sostenible que uno convencional, al usar energías renovables o gastar menos recursos. Por ello, supone también un ahorro económico para sus inquilinos. Además, frente a otras herramientas extranjeras de certificación ambiental de edificios, como LEED o Minergie, es la única desarrollada por un equipo español y de forma específica para edificios españoles. Así lo aseguran sus responsables, Green Building Council España (GBCe), una asociación sin ánimo de lucro nacida en 2009, que aúna a representantes de todo el sector de la edificación. Con el objetivo de lograr que este mercado sea más sostenible, forma parte de otras entidades similares internacionales, como la World Green Building Council (WGBC) o la International Initiative for a Sustainable Built Environment (iiSBE).
Un edificio con Certificación Verde es más sostenible que uno convencional y supone también un ahorro económico para sus inquilinosEl carácter «made in Spain» de la Certificación Verde le otorga un valor añadido, según Helena Platas, responsable de Comunicación de GBCe: «Además de estar adaptada a la normativa española y europea de evaluación ambiental de edificios, asegura una ponderación adecuada a la realidad del país y un menor coste económico de la certificación».
Platas señala que la certificación no es subjetiva, como ocurre con otras herramientas, sino que ofrece una valoración cuantificada y justificada de los impactos ocasionados y evitados durante toda la vida del edificio. En cualquier caso, los responsables del GBCe consideran que su competencia real no es el resto de certificaciones, sino quienes todavía no creen en la necesidad de edificar con criterios de sostenibilidad, «lamentablemente una inmensa mayoría».
En la actualidad, once edificios están en proceso de certificación con esta herramienta y uno ya la ha logrado: el proyecto de la primera fase de un centro de mantenimiento de aviones, en el aeropuerto valenciano de Manises. Sus impulsores son una filial española de la compañía Cessna Aircraft. El edificio ha logrado tres hojas en el nivel de Certificación ambiental Verde, una escala de cero a seis en la que esta última supone la mayor reducción de impacto ambiental.
Cuánto cuesta y qué ahorros proporciona
Los motivos económicos pueden desanimar a un consumidor que quiera un edificio con criterios sostenibles: su coste de construcción puede incrementarse en torno a un 5% frente a uno convencional.
Sin embargo, el sobregasto inicial se amortiza a lo largo de la vida útil del edificio y, además de los beneficios medioambientales, proporciona ahorros económicos importantes: según Helena Platas, un edificio eficiente es un 10% más productivo a una tasa sostenida, logra reducciones de entre un 8% y 9% en los costos de operación, y aumentos del 7,5% en el valor de la edificación, de hasta el 3% en el precio de renta, del 6,6% en el retorno de la inversión y del 3,5% en la tasa de ocupación.
Los consumidores tienen además a su disposición ayudas públicas para la rehabilitación de viviendas. Algunas posibilidades son los Planes Renove de ventanas o ascensores de varias Comunidades Autónomas y las subvenciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) o los organismos autonómicos homólogos para la incorporación de sistemas de ahorro energético y de sistemas renovables.
Cómo y quiénes pueden conseguir una Certificación Verde
Los interesados en obtener la Certificación Verde pueden lograr más información en la página web de la asociación GBCe. Sus expertos evalúan y certifican edificios residenciales y de oficinas, tanto en fase de proyecto como obras terminadas. El edificio puede incorporar mejoras durante y después del proceso de certificación para lograr más hojas verdes en su calificación ambiental mediante la correspondiente revisión.
La asociación prevé lanzar durante el primer trimestre de 2012 nuevas versiones para edificios singulares y viviendas unifamiliares de nueva edificación, así como una herramienta sencilla para valorar las intervenciones en edificios de viviendas.