El Ministerio de Recursos Hidrológicos de China ha puesto en marcha una serie de medidas para evitar la desecación del lago Baiyangdian, el mayor de agua dulce en el norte de China, entre ellas el trasvase de agua procedente de embalses, según informó ayer la agencia de noticias oficial china Xinhua. Este lago está a punto de secarse debido a la severa sequía que sufre esa zona del país asiático.
El Baiyangdian, en realidad 143 lagos interconectados que ocupan una extensión de 370 kilómetros cuadrados, ha visto bajar el nivel medio de sus aguas hasta tan sólo 6,5 metros desde al pasado mes de agosto, un 60% menos de lo habitual.
Este lago proporciona agua para el consumo a millones de personas en el norte del país, en especial a los habitantes de las grandes urbes de Pekín y Tianjin.
Situado a 150 kilómetros al sur de la capital, el Baiyangdian es considerado un «oasis» en el árido norte de China, donde se le apoda «la brillante perla», y es uno de los lugares más visitados en la zona, pues sus flores de loto y verdes paisajes contrastan con las secas tierras de la vasta región septentrional.
El lago ya estuvo a punto de secarse en cinco ocasiones entre 1983 y 1988, por lo que China inició en 1992 operaciones de trasvase de agua y el año pasado le incluyó en la lista de zonas de protección medioambiental.
La mayoría de las masas lacustres del norte de China son de agua salada, el más grande de los lagos de esta zona es el Qinghai («Mar Verde»), que tiene 4.573 kilómetros cuadrados.