El cielo de Pekín está cubierto de arena del desierto de Gobi desde el pasado lunes. Para limpiar la ciudad de esta capa amarillenta, las autoridades chinas recurrirán a la lluvia artificial, según ha informado la televisión oficial CCTV.
El canal ha asegurado que la Oficina Central de Meteorología se prepara para «bombardear» las nubes sobre Pekín con yoduro de plata y otras sustancias para que reaccionen con el vapor, hagan llover y despejen la ciudad de arena.
La tormenta de arena, la peor de este año en la capital china, plantea un grave problema a las autoridades pequinesas desde el punto de vista medioambiental, máxime cuando se encuentra a las puertas de los Juegos Olímpicos. Por ello, el Ayuntamiento de la ciudad ha prometido que «bombardeará» las nubes en los días previos al comienzo de las Olimpiadas para garantizar que no llueva durante la ceremonia de apertura, el 8 de agosto de 2008.
El centro de la tormenta de arena de esta semana se encuentra en la frontera chino-mongola, pero afecta a un radio de cientos de kilómetros a la redonda e incluso se han reportado aumentos de la concentración de arena en el aire en el norte y oeste de Japón.
Las autoridades de Pekín han recomendado que se evite salir a la calle, sobre todo a personas con problemas respiratorios, ancianos y niños, ya que la contaminación ha alcanzado el nivel 5, el máximo, y las consultas médicas han aumentado un 20%.