Las nuevas tecnologías y la ciencia se han conjugado de nuevo para facilitar descubrimientos hasta ahora desconocidos. En este caso, un equipo internacional de expertos coordinado desde los Jardines Botánicos Kew de Londres se desplazó a Mozambique con el objetivo de explorar un nuevo bosque que, al parecer, alberga especies animales y vegetales ignotas.
Lo curioso del caso es que el medio empleado para descubrir esta nueva masa boscosa ha sido la aplicación Google Earth. Uno de los miembros del equipo, el zoólogo británico Julian Bayliss, se dedicaba en 2005 a localizar a través de Internet bosques a cierta altura determinada para integrarlos en proyectos de conservación. Para ello empleó Google Earth. En sus labores de búsqueda encontró una masa de vegetación no identificada.
Tras el descubrimiento se realizaron varios viajes de reconocimiento al lugar para preparar el terreno para una expedición que se dedicara a investigar el bosque y clasificara las formas de vida locales.
Esta expedición, formada por 28 exploradores de seis países africanos y europeos, ha sido comandada por el botánico británico Jonathan Timberlake. En sus propias palabras, «se trata de un bosque de media altitud de unos 60 kilómetros cuadrados, situado entre los 1.000 y los 1.600 metros de altura de la montaña».
En cuanto a las especies orgánicas encontradas, los científicos afirman que «hay árboles altos de hoja perenne, muchas lianas, monos, pájaros volando alto, pequeños antílopes o camaleones pigmeos». Hasta ahora se han encontrado al menos tres nuevas especies de mariposa, una de ellas una «cymothoe» marrón y amarilla; una especie inédita de víbora, de la familia de las «atheris», y una orquídea «Polystachya songaniensis» que se pensaba que sólo existía en Malawi.
Los científicos han traído de su viaje 500 muestras de plantas que, aunque tardarán meses en clasificar, ya aventuran que entre ellas «es posible que salgan dos o tres especies nuevas».
Guerra civil
Las causas de que esta masa boscosa haya pasado inadvertida para los científicos hasta ahora tienen que ver con la guerra civil que ha asolado el país africano de 1975 a 1992, que provocó que se perdieran los accesos a esta zona y que la mayor parte de los pobladores emigrara.
Precisamente ahora parece que están regresando núcleos humanos, lo cual puede poner en peligro la biodiversidad del bosque. Para evitar esto, el equipo de Kew, que trabaja en colaboración con el Instituto de Investigación Agrónoma de Mozambique, Birdlife International y la fundación de conservación de la montaña Mulanji de Malawi, planea publicitar su descubrimiento e involucrar a las autoridades mozambiqueñas.