Cinco consejos para cuidar los bosques desde casa

Los ciudadanos pueden asumir, apoyar y fomentar prácticas sostenibles que ayuden a conservar los bosques
Por Alex Fernández Muerza 26 de febrero de 2015
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Los ciudadanos pueden contribuir a la conservación de los bosques más de lo que creen, sin necesidad de convertirse en aguerridos activistas y viajar al río Amazonas. Desde sus hogares, a través de la asunción, el apoyo y el fomento de prácticas de consumo responsables y sostenibles, se pueden lograr muchos avances. Este artículo ofrece cinco consejos para cuidar los bosques desde casa.

1. Concienciar(se) sobre la importancia de los bosques

La primera medida para hacer frente a un problema es ser consciente del mismo y de las ventajas de contribuir a combatirlo. La deforestación ha causado la desaparición de un promedio de cinco millones de hectáreas anuales de bosques entre 2001 y 2010, según un estudio publicado en 2013 por la ONG británica Chatham House.

La deforestación ha causado la desaparición de un promedio de cinco millones de hectáreas anuales de bosques entre 2001 y 2010
Los bosques son mucho más que un grupo de árboles acumulados en un espacio natural: son esenciales para reducir las consecuencias del cambio climático o los desastres naturales; para la conservación de la biodiversidad (constituyen el hábitat de dos tercios de las especies del mundo); proporcionan vivienda y millones de puestos de trabajo en todo el planeta; contribuyen a mejorar la alimentación mundial; y son una fuente de energía renovable (la dendroenergía).

La concienciación no acaba en nosotros mismos. Una vez conocidos el problema y sus posibles soluciones, el siguiente paso es hacer partícipe al resto de la sociedad, empezando por nuestros amigos y familiares y siguiendo con el resto de personas que nos vean actuar de forma activa.

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Imagen: Jacinta Lluch Valero

2. Aprovechar al máximo los productos de papel y madera

El consumo de productos de usar y tirar, con un empaquetado o envasado excesivo o innecesario o de mala calidad que duran muy poco, conlleva un abuso de los recursos provenientes de los bosques que hace peligrar su futuro y el bienestar de los seres humanos.

Los consumidores pueden hacer un empleo responsable de los productos y bienes provenientes de los bosques, utilizando solo lo imprescindible y que estén fabricados para durar. El papel se puede imprimir solo para lo necesario, aprovechándolo por las dos caras; los envoltorios o papeles de regalo se pueden reutilizar; los productos de madera se pueden conseguir de segunda mano o en sistemas de intercambio o trueque, etc. De esta forma se alarga su vida útil y, de paso, se ahorra dinero.

3. Reciclar el papel y el cartón

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Imagen: Saint-Gobain Abrasives AB Sweden

Un gesto tan sencillo como reciclar papel o cartón supone importantes beneficios para el cuidado de los bosques: se evita el uso de materiales nuevos; se reduce la cantidad de residuos en vertederos; disminuye la energía necesaria para la elaboración y el transporte de productos realizados desde cero; y las emisiones de dióxido de carbono (CO2), uno de los principales gases de efecto invernadero implicados en el cambio climático, también descienden.

Los ciudadanos pueden reciclar los productos de papel y cartón usados en el contenedor azul más próximo a sus hogares. En él pueden depositar folios, publicidad de los buzones, cajas, hueveras, diarios, revistas, bolsas, etc. Lo que no se debe llevar son los envases de tetrabrik, que van al contenedor amarillo, ni los cartones plastificados, que van al contenedor genérico. Si los residuos están manchados de grasa tampoco se pueden reciclar en el azul.

Para continuar el ciclo, los consumidores pueden adquirir productos de papel y cartón reciclado, además de libres de cloro. En la actualidad se pueden encontrar de características, gramajes, colores y calidades muy variadas y a precios que no envidian nada a los convencionales.

4. Adquirir productos con el sello certificado FSC

La tala y contrabando ilegal de madera hacen peligrar a este recurso natural básico y causan importantes daños ambientales, económicos y sociales. Para hacer frente a este problema, los ciudadanos pueden adquirir productos con el sello Forest Stewardship Council (Consejo de Administración Forestal, FSC), que certifica que han sido elaborados con una madera o derivados forestales obtenidos con criterios ambientales y sociales exigentes y económicamente viables.

En nuestro país, el interés por el FSC surge en 1998 de la mano de WWF. Según esta ONG, España es uno de los principales miembros de la Unión Europea (UE) donde se recibe madera de talas ilegales. Cada vez más empresas comercializan productos con FSC, de manera que la oferta se amplía.

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Imagen: Friends of the Urban Forest

5. Apoyar a ONG ambientales y campañas para plantar árboles

Las principales ONG ambientales, como WWF, Greenpeace, Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife o Amigos de la Tierra, emprenden diversas acciones para cuidar y recuperar los bosques. Incluso algunas organizaciones están especializadas en el cuidado de los bosques, como la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA).

Por otra parte, diversas iniciativas en toda España fomentan la plantación de árboles. El Árbol es Vida, ForestNation, Fundación + árboles, Pastor de Árboles o Plantatuarbol.com son algunas. Participar en cualquiera de ellas hará sentirnos mejor con nosotros mismos, conseguir uno de los supuestos tres objetivos que toda persona debe marcarse en su vida (además de tener un hijo y escribir un libro) y mejorar el estado de los bosques y los ecosistemas.

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