La escasez de agua en el planeta aumenta cada año. La ONU estima que hacia 2025 las dos terceras partes de la población mundial sufrirán este problema. Entre los sistemas propuestos para combatirlo destacan los captadores de agua de la niebla. Uno de estos aparatos puede extraer, de forma paciente y económica, varios litros diarios de agua. En países como Chile, España, Guatemala, Namibia, Perú o Sudáfrica se utilizan tecnologías y diseños diversos e ingeniosos: planos, cilíndricos, con forma de escarabajo, de cometa o de tienda de campaña.
Sistemas convencionales de extracción de agua de la niebla
Los sistemas de extracción de agua de la niebla imitan el funcionamiento de las hojas de los árboles. Para ello, se basan en unas mallas plásticas que interceptan la niebla. Las gotas de agua chocan contra sus hilos, se acumulan y caen por efecto de la gravedad dirigidas por una canalización hasta un depósito. Los captadores convencionales son de dos tipos, según su forma:
Chungungo, en Chile, abastece a sus habitantes con captadores de agua de niebla1. Captadores planos: similares a una pantalla de cine, se utilizan en varios países del mundo, con tamaños y en cantidades muy diversas. En Tojquia (Guatemala) funciona el proyecto de recolección de agua de niebla más grande del mundo, con 60 captadores. En una zona cerca de Lima (Perú), la ONG alemana Alimon ha instalado una hilera de captadores para suplir la falta de abastecimiento para consumo humano y agricultura. Cada captador logra hasta 60 litros por noche. En Namibia se instalaron unas pantallas pequeñas, con capacidad de 15 litros/noche. El poblado de Chungungo, en el norte de Chile, dispone de una red de colectores ubicados en un cerro y conectados con una cañería de siete kilómetros que abastece de agua a las 120 viviendas de esta localidad. En España se ha puesto en marcha un proyecto de red de captadores a lo largo de la cuenca mediterránea.
2. Captadores cilíndricos: con respecto a los anteriores, tienen la ventaja de colocarse de cualquier manera, sin necesidad de estudios previos en su lugar de ubicación para establecer su posición más eficiente. Su principal inconveniente es el tamaño, inferior al de los planos, y por tanto, con menor capacidad de recolección. Se suelen utilizar como paso previo a la implantación de captadores planos, con el objetivo de cuantificar el potencial de recolección.
Sistemas innovadores para captar agua
3. Con forma de escarabajo: las hojas no son los únicos elementos de la naturaleza que han inspirado captadores de agua de niebla. El onymacris unguicularis es un escarabajo, natural del desierto africano del Namib, que consigue hidratarse gracias a su peculiar forma. El agua de la niebla se deposita en su ondulada espalda y llega así hasta su boca. El diseñador Kitae Pak se ha basado en este insecto, al más puro estilo de la biomímica, para crear un colector que podría utilizarse en zonas áridas del planeta. La idea recibió la medalla de bronce de los premios de diseño IDEA de 2010.
Shreerang Chhatre, investigador del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), ha utilizado también el escarabajo namib para crear un captador de agua de niebla que pueda utilizarse en zonas pobres. Chhatre explica que el caparazón del escarabajo tiene partes que atraen y otras que repelen el agua, de manera que acaba en su boca.
4. Con forma de cometa: el diseñador británico Alon Alex Gross ha creado un captador que utiliza materiales ligeros (pesa 400 gramos) capaces de atraer las gotas de agua de la niebla. Su forma triangular, a modo de cometa, dirige el contenido hacia un recipiente ubicado en la parte inferior. El aparato recoge hasta un litro y medio durante la noche. Además, utiliza unos sensores que abren y cierran el captador en función de las condiciones meteorológicas.
5. Con forma de tienda de campaña: así es el aspecto exterior del captador de Imke Hoehler, una diseñadora industrial de la Academia alemana Muthesius de Bellas Artes y Diseño. Su objetivo también es hacer accesible su creación a personas que viven en zonas áridas y aisladas, sin acceso a agua corriente. Según Hoehler, cada captador puede recoger entre 10 y 20 litros diarios. Se pueden ubicar en red para que puedan suministrar agua a un pequeño poblado.