Piensa en global, actúa en local. Aunque el cambio climático es un problema de escala planetaria, los municipios, y en definitiva, los consumidores, pueden hacer más de lo que creen por ayudar a combatirlo. Algunos ya están dando ejemplo.
Los gobiernos autonómicos y locales disponen de competencias y recursos suficientes para potenciar los planes de actuación medioambiental de sus comunidades y municipios. Así lo ha dado a entender recientemente Arturo Gonzalo Aizpiri, secretario general para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente.
En este sentido, Aizpiri estima que comunidades y ayuntamientos pueden contribuir hasta en un 40% en el cumplimiento de los objetivos fijados por el Gobierno para reducir las emisiones contaminantes de dióxido de carbono (CO2).
Para ello, los expertos consideran que desde el ámbito local se pueden desarrollar proyectos de todo tipo que persigan la mejora de la eficiencia energética; el incremento en la utilización de energías renovables; la implantación de medidas para generalizar el transporte sostenible; el desarrollo de sistemas de gestión de basuras que reduzcan la contaminación y aprovechen energéticamente estos residuos, como la biomasa o el compost; o la puesta en marcha de campañas de educación medioambiental ciudadana.
Por ejemplo, en materia energética, la isla canaria de El Hierro comenzará a construir este año un sistema hidroeólico que le permitirá en 2009 autoabastecerse totalmente de energía. Por su parte, ciudades como Estocolmo o Vaxjö (Suecia) se han propuesto ser ciudades libres de energías fósiles para 2050.
Cada vez son más los municipios que asumen planes estratégicos que contribuyen a luchar contra el cambio climático desde el nivel localAsimismo, en el apartado del urbanismo, los municipios también tienen mucho que aportar. En este sentido, el South East Climate Change Parthership, un organismo que colabora con las instituciones locales del suroeste de Inglaterra, ha elaborado un informe en el que ofrece un listado de actuaciones específicas que los municipios pueden realizar para la adaptación de la planificación urbanística al cambio climático, como la defensa de las costas o la adaptación de zonas verdes.
En España, cada vez son más los municipios que asumen planes estratégicos que contribuyen a luchar contra el cambio climático desde el nivel local. Un ejemplo de ello es la Red Española de Ciudades por el Clima (RECC). Compuesta por más de un centenar de ciudades, su objetivo es que todos los municipios españoles de más de 20.000 habitantes asuman compromisos concretos contra este problema.
Así, según la RECC, los gobiernos locales en España están elaborando ordenanzas municipales que favorecen el ahorro del consumo energético y la incorporación de fuentes renovables, o actuando directamente sobre la iluminación de las calles y de los edificios públicos. Asimismo, aseguran, se están promoviendo diversos incentivos, como subvenciones públicas, para el desarrollo de acciones particulares que contribuyan a la lucha contra el cambio climático.
Los responsables de la RECC consideran que los consumidores pueden contribuir de manera importante a reducir el impacto del cambio climático. Por un lado, afirman, pueden colaborar con las Administraciones locales en la puesta en acción de políticas medioambientales, para lo que deben exigir cauces de información y de participación ciudadana.
Por otro lado, los consumidores pueden en su vida cotidiana asumir prácticas más ecológicas, como ahorrar energía, utilizar medios de transporte que contaminen menos o generar menos residuos.