Los coches solares son vehículos eléctricos que se alimentan directamente a través de las células fotovoltaicas ubicadas en su superficie. Aunque actualmente no son más que prototipos futuristas, su desarrollo podría permitir en los próximos años la fabricación de coches basados en algún sistema eléctrico para desplazarse de manera ecológica.
Imagen: Chris KirkmanLa mejor manera de contemplar in situ a estos vehículos es en las carreras que se organizan todos los años en diversos lugares del mundo. Algunas de las más conocidas son la World Solar Challenge australiana o la American Solar Challenge de Estados Unidos.
Estas competiciones suelen estar apoyadas por instituciones, como el Departamento de Energía de Estados Unidos (USDE), y en ellas participan desde estudiantes universitarios hasta equipos profesionales de multinacionales del automóvil como Honda o General Motors (GM). La optimización del uso de la energía es una de las principales tareas de estos equipos científicos. Por ello, este tipo de coches de competición suelen emplear sofisticados equipos telemétricos que monitorizan en tiempo real la velocidad, el consumo, o la energía cargada a través del panel solar.
El coche solar más rápido del mundo, el Nuna 2, fue capaz de recorrer 6.500 kilómetros por toda EuropaLa mejora continua de estos prototipos ofrece algunos ejemplos espectaculares. El coche solar más rápido del mundo, el Nuna 2, fue capaz de recorrer 6.500 kilómetros por toda Europa en 2004, tan solo con la energía suministrada por sus paneles solares. Se trata de un vehículo diseñado y construido por estudiantes holandeses, con el apoyo de la Agencia Espacial Europea (ESA), que proporcionaba las células solares y los componentes electrónicos del interior. En enero de 2007, un equipo de estudiantes de la Universidad australiana de Nueva Gales del Sur lograba que su vehículo, el Jaycar SunSwift III, atravesara los 4.000 kilómetros del desierto Australiano OutBack en cinco días y medio.
En cualquier caso, se trata de vehículos con escasa autonomía que dependen de la luz solar para moverse. Además, la prioridad de optimizar su rendimiento conlleva la reducción al máximo del habitáculo de los pasajeros, normalmente con espacio para una o dos personas. Por ello, los expertos reconocen que estos coches solares no podrán convertirse en una alternativa de vehículo comercial, reduciéndose en todo caso a situaciones muy concretas, como por ejemplo los coches de golf.
No obstante, la tecnología solar podría contribuir al desarrollo de coches eléctricos de batería o incluso híbridos que utilicen en parte energía eléctrica y en parte gasolina dependiendo de las circunstancias. En estos casos, los paneles solares ocuparían mucho menor espacio y ayudarían a alargar la autonomía de la batería, respetando el diseño y la habitabilidad interior del vehículo.
Por este camino avanza la empresa francesa Venturi, dispuesta a fabricar automóviles que no necesiten el uso de combustibles fósiles. En junio de 2007 pretende lanzar al mercado 200 vehículos de su modelo «Eclectic«, a un precio estimado de 23.000 euros, cantidad que esperar reducir hasta los 13.000 euros cuando se fabrique en serie para 2009. Sus responsables lo denominan el «primer coche autónomo del mundo», porque es capaz de recargar sus baterías por medio de energía solar o eólica, y en caso de ser necesario, se puede conectar a la red eléctrica. Por otra parte, la compañía francesa pretende poner a la venta el «primer coche comercial híbrido electro-solar» con el nombre de «AstroLab«, en enero de 2008.
En teoría, las placas solares podrían utilizarse como complemento en todo tipo de coches. De ello está convencido por ejemplo Luís Camino, un estudiante de la Universidad AAU de San Francisco. En su bitácoraofrece algunos diseños de proyectos de coches «normales» con placas solares, como el Auburn y el Audi TT.
Asimismo, la recarga de estos vehículos eléctricos a batería podría realizarse incluso por el propio usuario en su casa, si contara con paneles fotovoltaicos y la tecnología que suministrara al vehículo la energía obtenida. Se trataría en definitiva de una manera indirecta de aprovechar el sol que permitiría a los consumidores una mayor independencia energética.
Imagen: D’Arcy NormanEn octubre de 2007 tendrá lugar la vigésima edición de la carrera World Solar Challenge. Sus participantes, al igual que en otras ocasiones, deberán recorrer de norte a sur 3.000 kilómetros de territorio australiano con la energía solar como único combustible, y en un plazo máximo de 6 días, aunque algunos ya lo consiguen en 4. Hans Thostrup, un danés piloto de rallies, fue el creador de esta competición, tras concienciarse del gasto de gasolina de los vehículos a motor.
Los equipos participantes están formados fundamentalmente por científicos de diversas universidades de todo el mundo, y desde 2001, por empresas automovilísticas que desarrollan prototipos de coches aplicando la tecnología solar. En esta carrera se han perfeccionado por ejemplo los Peugeot 307 HDI, que presumen del record de realizar todo el trayecto con un sólo depósito de gasolina diesel, o los Honda Civic, modelo que más ha conseguido reducir las emisiones de CO2.