En Navidades el consumo de pescado y marisco aumenta, y más aún en España, el tercer país de la Unión Europea (UE) con mayor ingesta per cápita. Los ciudadanos son fundamentales con sus decisiones de compra. Si se decantan por productos gestionados de forma sostenible no se da pie a la pesca excesiva o la ilegal, que está acabando con los recursos presentes y futuros. Este artículo ofrece cinco consejos para consumir pescado y marisco en las fiestas navideñas de forma sostenible.
1. Saber por qué es mejor consumir pescado y marisco sostenible
La pesca ilegal supone entre el 12% y el 28% del total mundialEl pescado y el marisco sostenible son la mejor garantía para conservar los actuales y futuros recursos pesqueros mundiales. Según datos de la organización conservacionista WWF, en las últimas cuatro décadas las poblaciones de especies marinas se han reducido en un 39% de media en todo el planeta. Entre las causas principales se encuentra la sobreexplotación de los caladeros. Esta sobrepesca afecta en especial a algunos mares, como el Mediterráneo o el Negro, donde el 93% de las poblaciones pesqueras evaluadas lo sufren. Además, se estima que la pesca ilegal, no declarada y no regulada representa entre 11 y 26 millones de toneladas (entre el 12% y el 28% de la pesca mundial).
2. Informarse bien antes de comprar
Los consumidores tienen que conocer el pescado y marisco a su disposición antes de comprarlo y poder decidir. Los puntos de venta deben ofrecer una información mínima obligatoria por ley: nombre comercial y nombre científico de la especie, zona de captura (si proceden del Atlántico nordeste, el Mediterráneo y el mar Negro deben indicar el nombre de la subzona o división), método de producción (pesca extractiva, de agua dulce, acuicultura o marisqueo), si el producto ha sido descongelado (en el caso de los productos envasados esta información debe acompañar la denominación del alimento), precio de venta kilo y la fecha de duración mínima y caducidad. Además, sería conveniente preguntar en la pescadería por esta información no obligatoria: talla mínima, si la tiene asignada por ley, temporada óptima de pesca y consumo, fecha de captura, fecha de desembarque e información ambiental.
Con estos datos, el consumidor puede evitar productos que no cumplen las tallas mínimas, que han sido pescados en zonas sobreexplotadas y con sistemas destructivos como las redes de arrastre, el cianuro, la dinamita, el palangre o las trampas. Desde WWF recomiendan adquirir productos locales procedentes de la pesca artesanal y de forma extractiva.
3. Adquirir productos con certificados sostenibles
Creado en 1997 en Londres por WWF y la empresa Unilever, el sello del Consejo de Administración Marino (MSC) es un certificado internacional para la pesca sostenible y la trazabilidad de los productos pesqueros. En España se puede encontrar cada vez más pescado y marisco con esta ecoetiqueta. La página web de MSC ofrece un buscador de productos para saber dónde comprarlos, aunque la mejor manera es fijarse en que el producto lleve dicho sello azul.
La cría en cautividad de especies acuáticas (acuicultura) es cada vez mayor: ya en 2010, suponía casi la mitad de la producción mundial de especies comestibles, según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), mientras que en España representa más de la cuarta parte de la pesca total, según la Fundación Observatorio Español de la Acuicultura (OESA). Diversas instituciones y ONG internacionales promueven certificados de sostenibilidad para la acuicultura: el Aquaculture Stewardship Council o Consejo para la Certificación de la Acuicultura (ASC), fundado en 2010 por las ONG WWF e IDH (Iniciativa de Comercio Sostenible Holandesa); el Friend of the Sea o Amigo del Mar, creado en 2006 por Paolo Bray, director europeo de Dolphin-Safe; o certificados ecológicos y de sostenibilidad como la ISO 14000 o el EMAS europeo.
4. Exigir a las instituciones y comercios
Los consumidores pueden exigir a las instituciones el desarrollo y cumplimiento de legislaciones de protección de los océanos y de gestión sostenible y con criterios científicos de los recursos pesqueros. Los sistemas de control de la sobrepesca y la pesca ilegal son responsabilidad de las autoridades, pero los ciudadanos también pueden concienciar a sus familiares y amigos y solicitar información y más productos con certificados sostenibles a los comercios, además de denunciar cualquier posible irregularidad que detecten.
5. Tener hábitos de vida ecológicos
Aunque no tiene relación directa con el consumo de pescado y marisco, asumir en el día a día unos hábitos de vida ecológicos también ayuda a las pesquerías y los océanos. Las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar) son una regla básica para evitar en especial que lleguen al mar residuos que dañan la vida de los ecosistemas, como las bolsas y otros embalajes plásticos de usar y tirar o los productos químicos tóxicos.