Ventajas de cultivar microverduras
✅ Necesitan menos cantidad de agua
Una de las ventajas de las microverduras es que, teniendo en cuenta su corto periodo de crecimiento, sus requerimientos hídricos son mucho menores a los de las plantas maduras. Por ejemplo, el microbrócoli requiere de 158 a 236 veces menos agua para poder cosecharse que el brócoli maduro.
✅ Sin pesticidas y un viaje más cómodo
Tampoco necesitan ni fertilizantes ni pesticidas, y su transporte es mucho más sencillo. Además, las microverduras presentan unas condiciones de cosecha muy flexibles. Pueden crecer en ambientes interiores o en el exterior, en el suelo o en medios de crecimiento alternativos y con luz artificial o natural.
✅ Sin problema de espacio
Requieren un periodo de crecimiento muy corto y un menor mantenimiento en comparación con los cultivos tradicionales, incluso en comparación con los huertos urbanos. Sus necesidades de iluminación y de substrato de crecimiento (el sustento para la planta) son flexibles, por lo que se pueden cultivar con facilidad en múltiples localizaciones.
Cómo cultivar microverduras en casa
Los microgreens crecen en bandejas de cultivo, ocupan poco espacio, y se pueden ubicar tanto dentro como fuera de casa. Su cuidado es sencillo: solo necesitan luz indirecta y riego diario.
🔸 Elegir las semillas
Hay que comprarlas específicas para microgreens y se pueden obtener en cualquier tienda de jardinería. Depende de lo que se quiera cultivar, pero hay muchas opciones: lechuga, brócoli, espinacas, albahaca, cilantro, berro, rábano, remolacha, chía, zanahoria, perejil…
🔸 Optar por un recipiente adecuado
Igualmente hay muchas opciones: bandejas para germinación, bandejas de semillas, bandejas de plástico, cajas de cartón, macetas… Lo importante es que tenga orificios de drenaje o agujeros para que no se quede el agua encharcada. Si se acumula mucha agua en el recipiente, se pueden echar a perder.
🔸 Preparar el suelo
El sustrato de crecimiento tiene que ser especial para microgreens y siempre hay que regarlo antes de plantar las semillas.
Se plantan fácilmente, con las manos, sin necesidad de enterrarlas demasiado en el sustrato. Se cubren y se riegan una vez al día —mejor con un rociador— sin pasarse, solo lo suficiente para mantener la tierra húmeda, pero con cuidado de que no quede encharcado.
🔸 Vigilar la luz
Tiene que ser luz indirecta, sin mirar directamente al sol, ya que estas pequeñas plantas pueden quemarse con facilidad.
🔸 Asegurar la temperatura idónea
Depende del tipo de planta, pero suele estar entre los 18 °C y los 24 °C.
🔸 Cosechar
Se suelen recoger cuando han crecido sus primeras hojas, entre la primera y tercera semana, dependiendo de la planta. Hay que cortarlas por encima del sustrato con unas tijeras afiladas, lavarlas y ¡ya están listas para consumir!
💡 Cómo conservar las microverduras. Se recomienda consumirlas tras la cosecha, pero también se pueden almacenar en la nevera entre cinco y siete días. Para ello, lo mejor es guardarlas, limpias y secas, en un recipiente hermético.
¿Son tan diferentes a sus hermanas mayores?
La abundancia de compuestos bioactivos en las microverduras, incluidas las vitaminas, los minerales y los fitoquímicos, han sido objeto de muchos estudios de investigación, sobre todo realizados en Estados Unidos.
En concreto, un trabajo realizado por la Universidad de Alabama, dirigido por Yanqi Zhang y publicado en Journal of Future Foods, se ha encargado de reunir muchas de estas investigaciones que se han realizado a lo largo de los años en diferentes laboratorios comparando nutrientes, especialmente los antioxidantes, como la vitamina C, los fitoquímicos (carotenoides y fenólicos) y algunos minerales, como el cobre, el zinc y el selenio.
Estos son algunos datos que se desprenden de los análisis
- El brócoli en forma de microverdura tiene entre 10 y 100 veces más glucorafanina que su versión madura. Este antioxidante es precursor de otro compuesto llamado sulforafano, principal responsable de todos los beneficios que aporta el brócoli y otras verduras crucíferas a la salud.
- El microgreen de pepino contiene 34,90 mg de vitamina C por cada 100 g, en comparación a los 10 mg/100 g que aporta su versión madura.
- La microlombarda tiene seis veces más vitamina C que su versión adulta.
- La espinaca y la flor de Jamaica (una variedad de hibisco) contienen un 127 % y un 119 % más de vitamina C, respectivamente, que sus homólogos adultos.
- El puerro, el cilantro, la albahaca, el rábano, la mostaza y el repollo contienen más concentración de vitamina C que sus versiones maduras: en concreto, entre 20,4 mg y 147,0 mg más por 100 gramos, dependiendo de la planta.
- Tras estudiar la concentración de zinc de nueve verduras en su etapa microgreen, entre ellas el rábano, el pepino, la calabaza y diferentes tipos de espinacas, en comparación con su etapa madura, una investigación encontró que la versión pequeña contenía más cantidad de este mineral, en un rango de 4,76 mg por kilo a 29,12 mg por kilo, en comparación a 1,23 mg por kilo a 5,50 mg por kilo.