Naciones Unidas aprobaba el año pasado los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que plantean a los países de todo el mundo 17 metas para 2030. Este organismo internacional reconocía por primera vez que el desarrollo humano, o se hace de forma sostenible, o no será posible. Un informe analiza por primera vez la sostenibilidad en España según el nuevo esquema de los ODS. A tenor de los datos, nuestro país tendrá que realizar muchas mejoras si quiere alcanzarlos. O “dicho” de otra manera: el desarrollo en España es insostenible en la actualidad. Este artículo señala cómo es la sostenibilidad en España en 12 puntos.
Cómo es la sostenibilidad en España en 12 puntos
El Observatorio de Sostenibilidad (OS), una entidad independiente sin ánimo de lucro integrada por diversos expertos, ha publicado un informe (SOS’16) donde se analiza por primera vez la sostenibilidad en España según el nuevo esquema de los ODS. El trabajo maneja 55 indicadores cuantitativos ambientales, económicos y sociales, con datos de varias instituciones y organizaciones, y hace una exhaustiva radiografía que podría resumirse en 12 puntos:
El desarrollo en España es insostenible en la actualidad1. Ocupación del suelo y la costa. Entre 1987 y 2011 se han transformado en superficie artificial unas 600.000 hectáreas (has), casi la misma extensión urbanizada en milenios de historia, según datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN). Especialmente llamativa es la ocupación de la costa, ya que en dicho periodo se urbanizaron una media diaria de más de dos has, en los primeros 500 metros de litoral, pasando de 58.000 has a cerca de 76.000 en 22 años. Se observa también un aumento de superficies forestales y una disminución de las agrarias en casi 200.000 has anuales.
2. Cambio climático. Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) se incrementaron en 2015 el 4% respecto a 2014, mientras las de casi todos los países de la UE presentaron «fuertes reducciones». Y eso a pesar de que «el cambio climático en España es severo tanto a nivel de evidencias como de profundidad de los estudios llevados a cabo».
3. Calidad del aire. En 2015 unos 10 millones de ciudadanos en nuestro país sufrieron un Índice de Calidad del Aire (ICA) «deficiente, malo o muy malo», según datos del Barcelona Supercomputing Center (BSC). El NO2 y el ozono fueron los principales contaminantes con implicaciones para la salud.
4. Agua. Como dato positivo, el volumen total consumido ha disminuido (un 5,7% entre 2010 y 2013), «lo cual revela mayor eficiencia y también más agua para los ecosistemas». Sin embargo, la UE ha puesto sucesivas denuncias (la última de 2015) por falta de depuración de aguas residuales urbanas (solo se depuran el 84% del total). Además, en el 60% de las demarcaciones hidrográficas la proporción de masas de agua en buen estado no llega a la mitad, según el análisis de la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA).
5. Economía y sociedad. Los indicadores señalan una situación «muy complicada» para los ciudadanos. El desempleo, «si bien se atisban mejoras incipientes», sigue arrojando datos preocupantes, en especial el juvenil y el de larga duración, así como otros elementos como la renta disponible neta o el incremento de la desigualdad y la pobreza. Respecto a aspectos básicos como la sanidad y la educación se observa una «fuerte disminución en inversión». En cuanto a la vivienda se comprueba la dificultad del primer acceso, a pesar del «importante» parque de casas vacías. La proporción de vivienda protegida queda muy lejos de la media europea. El índice de percepción de la corrupción sigue siendo «muy elevado». La inversión en ayuda y cooperación sigue siendo «muy baja».
6. Energía. El uso del carbón creció en 2015 más de un 23% respecto a 2014 (fue la segunda fuente más empleada tras la nuclear), lo que ha incrementado las emisiones de GEI. A pesar de tener una «elevada» dependencia energética, las renovables fotovoltaica y eólica han experimentado «un parón». La pobreza energética ha aumentado un 22% entre 2012 y 2014 situándose por encima de la media de la UE27.
7. Residuos. Las tasas de recuperación y reciclaje de residuos de envases son «aceptables», si bien «queda mucho por recorrer», en especial para flujos como los peligrosos, «que no se tratan adecuadamente». La economía circular, uno de los ODS, implica la reducción de los residuos y el aumento de la recuperación y reciclaje, además de apelar a una mayor participación social. En este sentido, citando datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 78,7% de las personas que declaraban reciclar de forma habitual en 2013 pasaron a 70,8% en 2015.
8. Movilidad. El transporte modal sigue basado en el coche y el camión, olvidando el transporte de mercancías por ferrocarril y habiéndose construido muchas infraestructuras como las radiales «sin ninguna finalidad».
9. Felicidad. Según el índice Better Life de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), España está por debajo de la media, mientras que en el indicador de la felicidad de Naciones Unidas figura en el puesto 37 de 149, aunque es el noveno país del mundo que más felicidad ha perdido.
10. Agricultura, ganadería y pesca. A pesar de que la producción agroganadera ecológica aumenta (desde 2014 España es el primer exportador de productos agrícolas ecológicos de la UE), se envía a otros mercados «que pueden pagarlos». Por otra parte, se sigue incrementando el uso de fertilizantes y pesticidas. En cuanto a la pesca, el informe reclama más análisis, en especial para la pesca extractiva.
11. Desperdicio de alimentos. España se sitúa en el séptimo puesto de la UE. En 2015 los hogares españoles desecharon cada semana 25.500 toneladas de alimentos, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA).
12. Naturaleza. El informe destaca la diversidad y cantidad de Espacios Naturales Protegidos, como la Red Natura 2000. En cuanto a los incendios forestales, son «la principal amenaza para los ecosistemas forestales y la biodiversidad». El fuego ha devastado 7,7 millones de has en los últimos 50 años. Según datos del MAGRAMA se han producido 223.783 incendios forestales entre 2001 y 2014 (1,5 millones de has quemadas).