🏡 Arquitectura bioclimática
Una solución para minimizar los impactos ambientales de las edificaciones es la arquitectura bioclimática. Tiene en cuenta las condiciones medioambientales del entorno (sol, viento, lluvia, temperatura…) en beneficio de las necesidades de los usuarios de la vivienda.
Requiere un diseño estratégico del edificio con el objetivo de conseguir el máximo confort térmico con el mínimo consumo energético. “Se trata de un diseño pasivo. Se centra en los componentes constructivos y materiales del edificio y recurre a fenómenos naturales como la radiación solar y el viento para acondicionar los espacios”, aclara el arquitecto y urbanista Ignacio Martiniano Revuelta.
Los principios de la bioconstrucción son:
- el uso de la energía térmica/solar para la calefacción y enfriamiento.
- la generación de energía solar y eólica.
- el tratamiento de aguas residuales.
- la construcción con material reciclado y natural.
- la recogida de aguas.
- la producción de alimentos.
- la inercia térmica y el asoleamiento.
- la ventilación.
Este tipo de arquitectura se va extendiendo poco a poco por España, aunque todavía no está por completo implementada debido, sobre todo, a su precio.
🔨 Reformas sostenibles de viviendas
España es uno de los países europeos con el parque inmobiliario más envejecido. Reformar y renovar las viviendas para que sean sostenibles contribuirá a la reducción de las emisiones.
El Programa de Rehabilitación Energética de Edificios (PREE), desarrollado por el Ministerio para la Transición Ecológica, pretende impulsar la sostenibilidad en la edificación. Permite realizar actuaciones de mejora en la envolvente térmica, para la eficiencia energética de las instalaciones térmica y de la iluminación. De acuerdo con las estimaciones del Ministerio, solo el 0,3 % de los edificios han realizado intervenciones en rehabilitación energética.
Revuelta recomienda acometer medidas de sostenibilidad en materiales constructivos, mantenimiento y gestión energética para rejuvenecer las viviendas y que estas sean consideradas “eco”. Aconseja hacer pequeñas reformas, asegurando que, a corto plazo, serán amortizadas en el recibo del agua y la electricidad.
- Las mayores pérdidas energéticas se producen por un insuficiente aislamiento térmico en los revestimientos interiores de las fachadas a calle y por la falta de estanqueidad de las carpinterías exteriores. Lo recomendable es sustituir los materiales por otros con bajos impactos ambientales, es decir, aquellos con certificación ambiental. El aislamiento de un piso de unos 80 m2 puede costar entre 900 y 1.500 euros y la sustitución de las ventanas rondaría los 100 euros/m2. Estas obras están subvencionadas por el PREE.
- Recuperar alicatados y solados (revestimiento de los suelos) antiguos. Darle una segunda vida a estos materiales permitirá ahorrar en el coste de la reforma y revalorizará la vivienda.
- Domotizar las instalaciones para poder apagarlas desde cualquier lugar y elegir electrodomésticos de etiqueta verde permiten un gran ahorro.
- Instalar dispositivos como aireadores o perlizadores de grifos, duchas eficientes o inodoros con cisterna de doble descarga ayuda a reducir el consumo de agua a la mitad.
Aunque de forma lenta, todos estos avances están cambiando la manera de construir en el mundo. A ello también contribuye que los propietarios de inmuebles deban tener un certificado de eficiencia energética para poder venderlo o alquilarlo. O que, de manera voluntaria, puedan disponer de la certificación VERDE (Valoración de Eficiencia de Referencia de Edificios), que emite Green Building Council España y que tiene en cuenta, entre otros aspectos, el ahorro de recursos o los materiales utilizados.
En 2019, el gasto en edificios energéticamente eficientes aumentó por primera vez en tres años: en concreto, un 3 %. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en la próxima década, los edificios ecológicos representarán una de las mayores oportunidades de inversión.