Aunque la Biodiversidad pueda sonar lejana para la vida cotidiana de los ciudadanos, buena parte de los alimentos, medicamentos o productos que consumimos existen gracias a ella. Nosotros mismos, como especie dentro de la Naturaleza, dependemos de ella para nuestra supervivencia. A pesar de ello, la acción del ser humano contra el medio ambiente está provocando un aceleramiento en la extinción de las especies similar a la de los dinosaurios, por lo que la toma de medidas globales basadas en el desarrollo sostenible es fundamental.
¿Por qué es tan importante la Biodiversidad?
El término biodiversidad, acuñado por el biólogo norteamericano Edward O. Wilson en 1988 para denominar la variedad biológica de una determinada zona del planeta, puede parecer un poco lejano y poco importante para la vida cotidiana de los ciudadanos. Sin embargo, se trata de un concepto esencial para la evolución de la vida y la supervivencia de los seres que pueblan la Tierra. A nivel genético una especie con pocos individuos o poco diversa tiene poca variedad de genes y por lo tanto es más limitada ante posibles cambios en su entorno, y más proclive a transmitir un posible gen adverso o defectuoso. Los seres humanos no son ajenos a este proceso. La Historia recoge por ejemplo el caso de familias reales y clases nobiliarias cuyos descendientes acababan padeciendo enfermedades y malformaciones de origen genético debido a sus prácticas endogámicas.
Asimismo, todas las especies, por insignificantes, repulsivas o dañinas que puedan parecer, tienen una importante función dentro del equilibrio terrestre. Un insecticida que pretende acabar con las plagas, puede matar también a otros organismos que las controlan de forma natural. Y no menos importante es la conservación de los espacios y ecosistemas naturales que inundan de vida nuestro planeta. Si desapareciera el Amazonas, además de perder una de las zonas con más biodiversidad del planeta, el clima, los vientos, la humedad, la disponibilidad de oxígeno y otros muchos factores se verían seriamente afectados, lo que ocasionaría repercusiones tanto locales como globales. En este sentido, la biodiversidad no es uniforme, y es en los trópicos donde se halla en mayor cantidad.
La biodiversidad es un sistema que evoluciona constantemente de forma natural. Así, se calcula que la vida media de una especie oscila entre uno y cuatro millones de años, y que el 99% de las especies que se han mantenido en la Tierra alguna vez están extinguidas en la actualidad
El 99% de las especies que se han mantenido en la Tierra alguna vez están extinguidas en la actualidad
Los expertos calculan que 16.000 especies animales del planeta están en peligro de extinción -uno de cada cuatro mamíferos, uno de cada ocho pájaros y uno de cada tres anfibios-, al igual que 60.000 especies vegetales. Por su parte, la Organización para la Agricultura y la Alimentación de Naciones Unidas (FAO) daba a conocer recientemente un informe en el que aseguraba que unos 14 millones de hectáreas de bosque se pierden al año, lo que conlleva la desaparición de multitud de especies y resta oxigenación al planeta. El ritmo de desaparición es tan rápido que entre 2002 y 2004 el número de especies amenazadas pasó de 10.046 a 15.589,
El ritmo de desaparición es tan rápido que entre 2002 y 2004 el número de especies amenazadas pasó de 10.046 a 15.589
Además, los científicos apenas tienen conocimiento de la biodiversidad existente en nuestro planeta. Según el propio Edward O. Wilson, tan solo se han descrito 1,8 millones de especies de las entre 10 y 30 millones que se cree que existen. “Cualquiera de nosotros lleva enganchadas a las suelas de los zapatos cantidades de especies desconocidas”, sentenciaba. Michel Loreau, presidente del comité científico de la conferencia de París, declaraba que si hablamos de insectos o invertebrados “no conocemos nada, respecto a las bacterias ni siquiera sabemos contarlas y no hablemos de los hongos”.
¿Cómo afecta la Biodiversidad a los ciudadanos?
La conservación de la biodiversidad es, en definitiva, otra forma de decir que si el ser humano continúa destruyendo el medio ambiente, está hipotecando su futuro, puesto que forma parte de él. De hecho, los expertos relacionan directamente la biodiversidad con otro concepto no menos importante, el desarrollo sostenible. En 1987, la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo ya hablaba, en el conocido como “Informe Brundlant”, de desarrollo sostenible para concienciar a la sociedad de la necesidad de utilizar un modelo de desarrollo económico respetuoso con el medio ambiente que no pusiera en peligro el futuro de nuestros hijos.
Por ello, la pérdida de biodiversidad afecta, aunque no pueda parecerlo, muy de cerca a los ciudadanos. Los alimentos que consumimos en la actualidad proceden de miles de años de selección de las mejores especies naturales, o de la ingeniería genética más recientemente. Estas modificaciones las han vuelto más grandes, resistentes a condiciones meteorológicas adversas o ante determinadas plagas, pero se han hecho más débiles frente a otros problemas, hasta el punto de que algunas no pueden reproducirse sin intervención humana.
Asimismo, hay especies claves dentro de los ecosistemas a los que pertenecen, cuya desaparición arrastra la de muchas otras. Por ejemplo, cuando la tortuga de Florida ha desaparecido de un hábitat se ha comprobado que al menos 37 especies de invertebrados desaparecían también. Por ello, algunas líneas de investigación empiezan a incluir la protección de la variedad de especies, por poco productivas que puedan parecer. En China, por ejemplo, un equipo de científicos está mezclando variedades de arroz más productivas pero vulnerables a cierto tipo de hongos con otras poco productivas pero muy resistentes. En este sentido, la conservación de las especies silvestres es primordial para mantener el patrimonio genético que dichas especies atesoran y que las especies “domesticadas” han perdido. También se sabe que la biodiversidad juega un papel fundamental contra las catástrofes naturales.
La biodiversidad juega un papel fundamental contra las catástrofes naturales
Por otra parte, se utilizan hasta 20.000 especies distintas para producir todo tipo de medicamentos, desde la penicilina, la quinina, la morfina o la aspirina hasta productos contra determinados tipos de cáncer. Según el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos, más del 70% de los medicamentos contra el cáncer se encuentran en especies de la selva tropical. Asimismo, se estima que de las 250.000 especies de plantas conocidas, se han investigado sólo 5.000 para posibles aplicaciones médicas. La multitud de productos químicos útiles como el caucho, resinas, aceites, lubricantes, perfumes, fragancias, fibras, papel, colorantes, ceras, caucho, látex, corcho, lana, seda, piel, cuero, combustibles como el carbón el petróleo o la biomasa, y un largísimo etcétera, también han surgido de la naturaleza. Y si pueden quedar hasta un 90% de especies por descubrir, las posibilidades de encontrar nuevos productos, medicinas o alimentos deben servir sobre todo para concienciarnos de la importancia de conservar la biodiversidad.
Cómo podemos conservar la Biodiversidad
Han pasado unos quince años desde que se constataron las consecuencias negativas producidas por la acción humana contra la biodiversidad y el desarrollo sostenible. El Convenio sobre Biodiversidad de Río de Janeiro, firmado en 1992 por 188 países -con la importante excepción de Estados Unidos-, y diez años más tarde, la Cumbre de la Tierra de Johannesburgo, establecían que la comunidad internacional se comprometía a “reducir significativamente” la pérdida de biodiversidad hasta 2010. Sin embargo, a pesar de las numerosas declaraciones institucionales, reuniones y congresos, la biodiversidad sigue sin contar en las agendas de los responsables gubernamentales.
La biodiversidad sigue sin contar en las agendas de los responsables gubernamentales
Como planteamiento general, la conservación de la biodiversidad debe realizarse protegiendo las especies y los hábitat en los que viven, teniendo en cuenta los ecosistemas enteros, para lo que las medidas legales y los planes de gestión y conservación son imprescindibles. Asimismo, la conservación de la biodiversidad pasa ineludiblemente por combatir las actividades humanas que causan la extinción de especies. La destrucción de la selva tropical es la mayor amenaza a la biodiversidad, ya que su riqueza de especies es enorme. Algunas de las actuales prácticas agrícolas y ganaderas, que explotan los recursos naturales con técnicas muy agresivas contra el medio ambiente, están poniendo en grave peligro la continuidad de la diversidad biológica. La introducción de especies en ecosistemas ajenos ha producido también la desaparición de muchas especies. En Hawai, por ejemplo, tras la introducción de diversos depredadores por el ser humano, se calcula que han desaparecido el 90% de las especies de aves autóctonas. En cuanto a la contaminación de las aguas y la atmósfera, no sólo producen consecuencias negativas en los lugares en donde se produce, sino de manera mundial, con efectos tan graves como el calentamiento global.
Por su parte, los consumidores son parte importante en este proceso, puesto que la sensibilización por el deterioro del medio ambiente les debe llevar a tomar acciones ecológicas en su vida cotidiana. Reducir, reutilizar y reciclar, evitar comprar productos que contengan sustancias nocivas para el medio ambiente o que se hayan obtenido o creado de manera anti-ecológica, o hacer un consumo energético racional son algunos de los consejos ecologistas básicos que deberían estar en nuestras mentes para conservar la biodiversidad, y en definitiva, para conservar nuestro presente y futuro.
Biodiversidad en España
Eduardo Galante, presidente del comité español de la UICN, asegura que España es el “país de más alta biodiversidad de Europa”. En este sentido, la Fundación Biodiversidad ofrece algunos datos reveladores. El territorio español cuenta con 10.000 especies de plantas diferentes, unas 20.000 especies de hongos, líquenes y musgos y entre 8.000 y 9.000 especies de plantas vasculares (helechos y plantas con flores) que representan el 80% de las existentes en la Unión Europea (UE) y casi el 60% de todo el continente. En cuanto a la fauna, la Península Ibérica posee la mayor riqueza biótica de Europa occidental, con un total de entre 50.000 y 60.000 especies animales, más del 50% de las especies existentes en la UE. En las islas Canarias habitan el 44% de especies animales endémicas. Además, España goza de 121 tipos diferentes de hábitat, lo que supone el 54% del total de la Unión Europea.
España goza de 121 tipos diferentes de hábitat, lo que supone el 54% del total de la Unión Europea
Las razones de esa variedad biológica son varias. La península, por su situación geográfica, disfruta de climas muy variados. La abundancia de montañas, algunas con nieves perpetuas, aumenta el número de hábitat y añade zonas de clima de alta montaña a las anteriores. En cuanto a las Canarias, debido a su clima y a su geografía isleña, cuenta con abundantes especies endémicas. Además, la tardía industrialización del país ha permitido mantener grandes extensiones naturales mejor conservadas.
A pesar de esa riqueza, España tiene también muchas especies en peligro. El 37% de las especies de vertebrados está en peligro y el 7% al borde de la desaparición. Respecto a las plantas el 15% está en riesgo de desaparición. La construcción de urbanizaciones, obras públicas, puertos, etc. en lugares especialmente sensibles, la tala de bosques maduros y su sustitución por especies de rápido crecimiento, la extensión de monocultivos y el abandono de usos agrarios y ganaderos tradicionales, o el aumento de los incendios, están suponiendo un grave ataque contra la biodiversidad ibérica.
La conservación de las especies más representativas de la fauna ibérica es un tema prioritario no solo a nivel estatal sino también a nivel europeo. La UE financia actividades destinadas a la conservación de las especies de fauna y flora más amenazadas. El programa LIFE-Nature contribuye con aproximadamente el 50% del total presupuestado. Asimismo, la Dirección General de Conservación de la Naturaleza del Ministerio de Medio Ambiente ha publicado el Inventario Nacional de Biodiversidad donde se ofrece una exhaustiva información sobre la distribución y estado de conservación de las especies y hábitat de España.