Investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) han obtenido metano a partir de la manipulación de residuos de cáscara de naranja. Los responsables de la investigación, publicada en la revista «Bioresource Technology», consideran que con su hallazgo se puede abrir «una interesante vía comercial para la obtención de biogás».
El estudio se llevó a cabo por María de los Ángeles Martín, José Ángel Siles, Arturo F. Chica y Antonio Martín, miembros del Área de Ingeniería Química de la UCO, junto con la empresa Cítricos del Andévalo (Huelva), informó Andalucía Investiga.
Los investigadores sometieron los residuos a un pretratamiento de extracción de «D-limoneno», una sustancia natural que se extrae del aceite de las cáscaras de los cítricos y que da olor característico a las naranjas y los limones. El tratamiento mediante el cual se obtiene metano, proceso conocido como digestión anaerobia, consiste en una transformación microbiológica del residuo en ausencia de oxígeno. De este modo, se generan diversos gases, entre los cuales el dióxido de carbono y el metano son los más abundantes (con dependencia del material degradado).
En el laboratorio comprobaron el rendimiento en metano que se puede obtener a diferentes temperaturas. En este marco, los investigadores introdujeron microorganismos mesófilos y termófilos para ver el comportamiento de ambos grupos frente a la degradación de la cáscara. «Los resultados del trabajo mostraron la conveniencia de realizar el proceso en condiciones termófilas para tratar estos residuos, ya que la tasa de producción de metano, la velocidad de transformación y la biodegradabilidad fueron más altos que en condiciones mesófilas», explicaron los técnicos.
Entre los beneficios que también reporta este nuevo proceso figura el de eliminar de manera definitiva los residuos de cáscara que, utilizados en la fabricación de piensos, producen aguas contaminantes, destacó Martín.