Los viñedos de Rueda y Ribera del Duero no son los únicos afectados por la plaga _xylotrechus arvicola_, según confirmaron ayer desde el Centro de Investigaciones Agrarias de Zamadueñas. «Se ha producido una explosión de esta larva y no sólo en Castilla y León, sino que también tenemos noticia de su presencia en viñedos de La Rioja, Castilla La Mancha y Canarias», explicó ayer Horacio Peláez, coordinador de un estudio que investiga la influencia y presencia de este coleóptero en la región.
«Otras regiones también han puesto en marcha informes similares y ya trabajamos en un proyecto conjunto, en el que también participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), para determinar el alcance de la xylotrechus», indico Peláez.
El estudio -impulsado oficialmente hace unos meses- se encuentra en su fase inicial. «Lo primero en lo que estamos trabajando es en conocer el ciclo biológico de la larva. Es decir, cuánto tiempo dura -manejamos en torno a la idea de los dos años-, cuándo llegan a adultos y a partir de ahí establecer cuál es el mejor tratamiento para combatirlo», explican los responsables del estudio, quienes aseguran que «ya estamos criando el insecto en laboratorio para analizarlo».
Variedades más propensas
Estos pasos iniciales de la investigación se remiten también a la importancia que en la implantación de esta plaga tiene las distintas variedades e incluso la técnica empleada en la poda. «Los datos que manejamos no nos permiten establecer conclusiones tajantes, pero hemos constatado que hay variedades más propensas a atraer a esta larva», explica Peláez. Éstas son la cabernet sauvignon y la sauvignon blanc -y, en menor medida, el verdejo- en la Denominación de Rueda y la uva tinta del país, más que la garnacha, en la de Cigales.
Fue precisamente en esta zona donde los investigadores de Zamadueñas localizaron la primera presencia de este insecto en la provincia de Valladolid. «Hace siete años, pero no pudimos desarrollar un estudio porque todavía no había áreas de investigación», asegura Peláez.
«Es un insecto parecido a una avispa y en un primer momento, en Cigales, lo relacionamos con unos chopos cercanos, y pensamos que se trataba de otro insecto, el parantrene. Análisis posteriores nos demostraron que no, que era el xylotrechus, el mismo que ahora se da en Rueda. Aunque la presencia de la larva en los viñedos de esa denominación no es nueva. Nosotros la detectamos hace tres años y los productores de la zona lo sabían».
Poda y madera seca
El tipo de poda también incide en la propagación y presencia de este insecto en las vides, indica Horacio Peláez, «sobre todo en aquellos viñedos que han sido podados con grandes heridas, en cortes de madera sobre madera. Al hacer la poda de este modo se deja la madera seca y pensamos que este hecho, unido al de la variedad, es determinante para que la larva elija este tipo de madera», comenta el investigador.
«Todavía es pronto para alcanzar una conclusión que nos permita determinar por qué y cómo se extiende, pero, por lo que sabemos hasta el momento, no lo asociamos a la reforestación. No sería descabellado que se extendiera desde los árboles frutales de vivero, como sucedió hace unos años con los ácaros», añade Horacio Peláez.
El _xylotrechus arvicola_ hace que la planta pierda vigor, «ya que crea galerías en los troncos y los brazos. La madera se empieza a descomponer y esto la hace mucho más atrayente para la hembra vaya allí a poner nuevos huevos y lógicamente, la vid pierde calidad, baja la producción y puede llevar a la muerte de la planta».