La propuesta de Cuba de reabrir el tráfico de caparazones de tortuga Hawksbill, especie en peligro de extinción, ha causado alarma en los países de la Comunidad del Caribe. Guayana, uno de los 15 miembros de esta Comunidad, intenta adoptar una postura común con sus socios para votar en contra de la propuesta que presentará Cuba en el encuentro de los 158 miembros de la Convención sobre Tráfico Internacional de Especies en Peligro de Extinción (CITES), que se celebrará del 3 al 15 de noviembre en Chile.
La Hawksbill (eretmochelys imbricata), de la que se obtiene el Carey, es una de las cuatro especies de tortugas marinas que acuden a desovar a Shell Beach, en el noroeste de Guayana, donde se ha registrado en los últimos años un descenso importante en el número de estos quelonios.
La prohibición de comercializar su caparazón entró en vigor hace nueve años, pero La Habana alega que los beneficios obtenidos de la venta de los caparazones en los mercados internacionales permitirá reforzar los programas de protección de las tortugas.