Un estudio internacional en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) señala que no existen «evidencias concluyentes» de que exista un crecimiento global de las poblaciones de medusas en los océanos, «un fenómeno que ha impactado visiblemente en las playas de todo el mundo en los últimos años y ha motivado la preocupación de pescadores y bañistas», señaló el CSIC.
El aumento de las noticias sobre plagas de medusas en los medios y las discrepancias en informes climáticos y científicos han motivado el artículo que aparece publicado en el último número de la revista «Bioscience». Según los investigadores, las poblaciones de medusas han aumentado en ciertas regiones, pero hay otras donde han descendido o fluctúan entre décadas. Creen que la clave para resolver la cuestión se encuentra en comprender los datos obtenidos a largo plazo.
«La importancia del trabajo reside en que a partir de ahora pondremos en común los datos y seremos capaces de apoyar las teorías con datos científicos contrastados y no con especulaciones», destacó el investigador del CSIC Carlos Duarte. El científico español es uno de los líderes del Global Jellyfish Group, un consorcio de 30 expertos en organismos gelatinosos, climatología, oceanografía y socioeconomía.
Para monitorizar la evolución de las poblaciones de medusas, los científicos trabajan ya en una base de datos global con información recopilada desde 1750. Este futuro catálogo estará integrado por unos 500.000 datos. La iniciativa del Global Jellyfish Group se desarrolla en el marco del National Center for Ecological Analysis and Synthesis, un centro asociado a la Universidad de California en Santa Bárbara (EE UU). El CSIC explicó que el análisis de este repositorio permitirá a los científicos evaluar aspectos clave como la relación la actividad humana con los florecimientos de medusas, si surgen a partir de causas naturales, o si generalmente se le presta más atención a este fenómeno por su impacto directo en sectores como la pesca o el turismo.