La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha detectado 30 zonas de la cuenca con aguas subterráneas que están contaminadas o al borde de esa calificación, debido a la alta concentración de nitratos de origen agrario que presentan. El informe elaborado será remitido a las comunidades autónomas para que tomen las medidas necesarias.
Cada cuatro años, la CHE elabora un mapa de aguas subterráneas contaminadas a partir de los análisis periódicos que lleva a cabo. La red de control analítico alcanza los 200 puntos de masas subterráneas de agua. Se califican como contaminadas aquellas que superan los 50 miligramos de nitratos por litro. Por encima de 25 miligramos se consideran masas de agua en riesgo de contaminación.
La CHE remitirá el mapa a las comunidades autónomas para que tomen medidas
El organismo se encarga de realizar una toma de muestras al menos una vez al año, y con todos los datos se construye la ficha de la zona afectada con un mapa de situación y un gráfico de evolución.
En 2003, diez menos
En el anterior mapa, correspondiente a 2003, se descubrieron 20 zonas afectadas por este problema, diez menos que ahora. Según el organismo de cuenca, no se puede determinar que eso es consecuencia de una mayor contaminación, sino que puede ser debido a que se ha realizado una nueva demarcación y clasificación de masas de agua subterráneas, siguiendo los criterios que establece la correspondiente directiva marco.
Además, para completar el control de las aguas subterráneas, como cada año, se han actualizado las fichas hidroquímicas con los nuevos datos analíticos de los puntos de las redes de control que se pueden consultar en la web de la CHE para conocer la calidad de las aguas subterráneas de la cuenca.