Grandes cantidades de aguas subtropicales han comenzado a llegar hasta las altas latitudes donde se encuentra la gélida Groenlandia debido a recientes cambios en la circulación oceánica en el Atlántico Norte. Este fenómeno, inédito hasta la fecha, no está previsto en los modelos de cambio climático y puede acelerar de forma rápida la pérdida de hielo en la zona.
Los investigadores, dirigidos por Fiamma Straneo, oceanógrafo del Instituto Oceanográfico Woods Hole, han comprobado que las aguas subtropicales llegan a los glaciares de Groenlandia, fenómeno que puede estar detrás de la aceleración en la pérdida de hielo registrada en estas masas heladas. A su vez, este deshielo también significa más agua dulce en el océano, que puede inundar el Atlántico Norte y alterar el sistema mundial de corrientes, conocido como transmisión oceánica. «Esta es la primera vez que hemos visto estas aguas cálidas en cualquiera de los fiordos de Groenlandia,», dice Straneo. «Las aguas subtropicales fluyen a través del fiordo muy rápido, por lo que pueden transportar el calor y provocar el derretimiento en el extremo del glaciar», apunta.
La capa de hielo de Groenlandia, que es de dos kilómetros de espesor y cubre un área del tamaño de México, ha perdido masa a un ritmo acelerado durante la última década. La contribución de la capa de hielo para que se eleve el nivel del mar en ese período se duplicó debido al aumento de la fusión y, en mayor medida, a la aceleración generalizada de los glaciares de Groenlandia. Aunque ya se conocía que la fusión se acelera debido al calentamiento de la temperatura del aire, los científicos empiezan a aprender más sobre el impacto de los océanos -en particular sobre la influencia de las corrientes- en la capa de hielo. «Entre los mecanismos que se sospecha podrían estar en el inicio de este fenómeno figuran los recientes cambios en la circulación oceánica en el Atlántico Norte, provocada por la irrupción de grandes cantidades de aguas subtropicales de las altas latitudes», dice Straneo. Pero la falta de observaciones y mediciones de los glaciares de Groenlandia antes de su aceleración ha hecho difícil confirmarlo.
El equipo de investigación realizó tomas de datos durante julio y septiembre de 2008 en Sermilik Fjord, un fiordo al que desembocan grandes glaciares en Groenlandia Oriental. En el interior del Fiordo Sermilik, los investigadores encontraron aguas subtropicales tan calientes para la zona como cuatro grados centígrados. El equipo también ha reconstruido las temperaturas estacionales en la plataforma mediante datos recogidos por 19 focas con grabadoras de temperatura en fondo marino a las que se siguió por satélite. Los datos revelaron que las aguas de la plataforma están más cálidas de julio a diciembre y que las aguas subtropicales están presentes en la plataforma durante todo el año.
«Ésta es la primera gran investigación de uno de estos fiordos que nos muestra la fuerza en la presencia y circulación de estas aguas en la zona», dice Straneo. «Los cambios en la circulación a gran escala del Atlántico Norte se propagan a los glaciares muy rápido, no en una cuestión de años, sino una cuestión de meses. Es una comunicación muy rápida», asegura el científico.