Virus y bacterias de entre 100.000 y ocho millones de años de antigüedad que permanecían bajo el hielo de la Antártida han vuelto a la vida tras un laborioso proceso de descongelación. Los responsables de este logro, que demuestra la longevidad y la capacidad de resistencia de la vida, han sido científicos de la Universidad de Rutgers (EE.UU.). Estos expertos se plantean ahora la posibilidad de que el cambio climático pueda liberar bacterias y virus extinguidos.
El equipo investigador de Rutgers extrajo bloques helados de un glaciar del valle de Beacon que contenía muestras de hace miles de millones de años. Una vez en el laboratorio, se procedió a derretir el hielo con lentitud y protegiéndolo de la posible contaminación exterior. Con los nutrientes y la temperatura adecuada, los virus y bacterias que permanecían en el bloque reanudaron su actividad.
En sólo siete días, los microorganismos más jóvenes, de 100.000 años, habían crecido y multiplicado con rapidez. Las muestras más antiguas también crecieron, pero a un ritmo más lento.
¿Amenaza para la salud?
Todo el proceso se realizó de forma controlada en el laboratorio. Pero los científicos no descartan que este mismo proceso pueda repetirse de forma natural si el aumento de las temperaturas favorece el deshielo de los polos.
Los responsables de la investigación no ven en los virus y bacterias congeladas una nueva amenaza para la salud humana. Los microorganismos marinos son menos dañinos que los terrestres. Además, recuerdan que el hielo de la Antártida llega al mar constantemente y ese flujo continuado de microorganismos no ha supuesto, hasta la fecha, un mayor riesgo para la aparición de enfermedades e infecciones.