El programa Doñana 2005, impulsado por el Gobierno central y la Junta de Andalucía para restaurar la zona afectada por el accidente minero ocurrido en abril de 1998 en Aznalcóllar, ha logrado regenerar 3.000 hectáreas de marisma de la zona de Los Caracoles, en el noreste del Parque Nacional.
Esta actuación, una de las diez que integran el programa Doñana 2005, cuyo presupuesto supera los 136 millones de euros, ha devuelto a su estado inicial de marisma inundable una finca de 3.000 hectáreas, desecada en los años 70 del pasado siglo para su uso agrícola.
Incorporada al Parque Nacional en su última ampliación, en febrero de 2004, esta finca fue expropiada y sometida a un proyecto de regeneración que ha derribado el muro que la aislaba de la marisma y ha demolido los canales y diques interiores que se roturaron para drenar y regar este terreno.
Esta regeneración, en la que se han invertido ocho millones de euros, es la de mayor impacto ecológico de las previstas en Doñana 2005, en opinión de Carlos Urdiales, científico del Parque Nacional.
Según Urdiales, esta actuación aumenta en 3.000 hectáreas la marisma y, además, recupera «la dinámica hidrográfica tradicional» de Doñana -inundación periódica por lluvias y posterior desecación-, mejora el «funcionamiento ecológico» de este humedal -el de mayor extensión protegido de Europa-, y será la que aporte más caudal de agua de todas las actuaciones de Doñana 2005.
También recuperará la conexión entre la marisma de Doñana y el Brazo de la Torre y reconstruirá el caño Travieso, seccionado por el muro de emergencia construido en 1998 para evitar que los lodos contaminados de Aznalcóllar entraran en el parque.