El agua es una de las cuestiones ambientales, sociales y económicas clave del siglo XXI. Por ello, el calendario marca dos días próximos entre sí para concienciarse de los problemas de este preciado y cada vez más escaso recurso natural. El 14 de marzo se celebra el Día Internacional contra las Represas y por los Ríos, el Agua y la Vida, y el 22 de marzo, el Día Mundial del Agua.
14 de marzo, Día contra las Represas y por el Agua
El 14 de marzo se celebra el Día Internacional contra las Represas y por los Ríos, el Agua y la Vida. La iniciativa surgió en el Primer Encuentro Internacional de Personas Afectadas por Embalses en Curitiba (Brasil), en el que participan más de 50 países y cientos de organizaciones de todo el mundo.
Según el Instituto World Watch, la construcción de grandes embalses sumerge tierras cultivables y desplaza a los habitantes de las zonas anegadas (en la India a más de 16 millones de personas, en China a tres millones y en Sri Lanka a un millón), altera el territorio, reduce la biodiversidad, dificulta la emigración de los peces, la navegación fluvial y el transporte de elementos nutritivos aguas abajo, disminuye el caudal de los ríos, modifica el nivel de las capas freáticas, la composición del agua embalsada y el microclima, y conlleva riesgo de enfermedades en la zona. En Brasil, el brote de dengue se asoció con las represas del río Paraná.
España es el primer país del mundo en número de presas por habitante y por km2 y el quinto en cifras absolutas después de China, EE.UU., Japón e India. Tiene unas 1.300 presas repartidas por todo su territorio, con un volumen de agua de 56.400 hectómetros cúbicos.
España es el primer país del mundo en número de presas por habitante y por km2 y el quinto en cifras absolutasA pesar de estas cifras, el Comité Nacional Español de Grandes Presas (CNEGP) considera que se necesitarán 50 presas más. Su capacidad para almacenar agua, un recurso cada vez más valioso, para regular las crecidas de los ríos, para mitigar las consecuencias del cambio climático o para reducir la dependencia de los combustibles fósiles de España son algunas de las razones esgrimidas.
Sin embargo, los detractores de estas construcciones destacan su impacto ambiental y sostienen que se deberían demoler algunas. La organización conservacionista WWF, a través de su campaña «Liberando Ríos«, reclama el derribo de casi un centenar y señala 20 grandes presas para una primera fase.
Los críticos recuerdan que en la actualidad se utilizan otras alternativas, como sistemas de gestión del agua. En EE.UU. hace tres décadas que ya no se proyectan grandes presas y se han demolido más de 700. Según los expertos de WWF, el objetivo principal es recuperar el equilibrio natural de los ríos y los acuíferos y los servicios ambientales que proporcionan.
22 de marzo, Día Mundial del Agua
El Día Mundial del Agua recuerda cada 22 de marzo y desde 1993, a instancias de Naciones Unidas (ONU), la escasez de este valioso elemento: más de 1.100 millones de personas no tienen acceso al agua potable y 2.600 millones no disponen de sistemas de saneamiento adecuados. El problema es más llamativo al comparar países: un africano consume casi 400 litros de agua al mes, lo mismo que un estadounidense al día.
En la presente edición de 2011, el lema elegido es «Agua para las ciudades: respondiendo al desafío urbano». Sus impulsores quieren llamar la atención sobre el impacto del rápido crecimiento de la población urbana en el abastecimiento de agua. Se celebrarán en todos los países actividades concretas, como documentales, conferencias, mesas redondas, seminarios, exposiciones o la puesta en práctica de las recomendaciones de la Agenda 21.
Más de 1.100 millones de personas no tienen acceso al agua potable y 2.600 millones no disponen de sistemas de saneamiento adecuadosLos responsables de la ONU recuerdan la magnitud del problema. La expansión urbana descontrolada pone en riesgo el medio ambiente y la salud de millones de personas. Una de cada dos personas del planeta vive en una ciudad (3.300 millones de personas). El 50% de la población mundial vive en ciudades de diez millones de habitantes o más.
El 93% de la urbanización se localiza en países pobres o en desarrollo, y el 38% de la expansión de las ciudades se registra en suburbios, cuyos habitantes carecen de agua en mínimas condiciones. Y cada vez serán más: entre 1990 y 2001 las barriadas de todo el mundo crecieron a un ritmo de 18 millones de personas cada año. Se estima que entre 2005 y 2020 esta cifra pasará a 27 millones de personas al año.
Por ello, uno de los grandes desafíos del siglo XXI será garantizar a toda esta población el abastecimiento de agua con la calidad y cantidad suficientes. Según la ONU, cada año mueren cerca de 2.500.000 personas (otras fuentes elevan al doble esta cifra) por enfermedades relacionadas con las malas condiciones de abastecimiento de agua y la mitad de las camas de los hospitales de todo el mundo están ocupadas por personas con enfermedades transmitidas por el agua.
El problema es más preocupante en el caso de los niños. La ONG Acción contra el Hambre (ACH) denuncia que alrededor de 6.000 niños mueren cada día de diarrea y desnutrición a causa de la mala calidad del agua. Según esta organización, la financiación internacional a los programas de agua y saneamiento ha disminuido un 5% en la última década, pese a que el acceso a agua segura es uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de la ONU y es parte de las agendas globales de desarrollo.
Lejos de superarse, el problema de la escasez de agua potable podría aumentar en los próximos años. Algunas proyecciones revelan que, si el ritmo de consumo de agua sigue como hasta ahora, en menos de 25 años, dos de cada tres personas tendrán problemas para acceder a este recurso. Por si fuera poco, la ONU recuerda que el abastecimiento de agua se verá afectado por el cambio climático, en particular por el impacto de inundaciones, sequías u otros desastres naturales.
Cómo luchar contra el problema del agua
Las instituciones tienen en su mano luchar contra este problema. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que serían necesarios 8.500 millones de euros al año para reducir a la mitad el número de personas que no tienen acceso al agua potable y cumplir con los ODM.
Los responsables de ACH reclaman el reconocimiento del derecho a un agua segura en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y que la salud pública y su relación con el agua y saneamiento ocupe un lugar prioritario en las agendas nacionales de los países en desarrollo y en la agenda internacional de cooperación.
Por su parte, los consumidores también pueden ayudar. Concienciarse sobre la escasez de agua, seguir unos sencillos consejos para ahorrar agua o exigir a los responsables institucionales la toma de medidas eficaces son algunas de las posibilidades.