El riesgo de desertificación afecta al 17% del territorio español, un peligro que amenaza en diverso grado a los 200 países que participarán entre los próximos 3 y 14 de septiembre en Madrid en la VIII Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertificación (COP 8). El evento tiene como objetivos buscar recursos económicos, firmar un convenio marco con políticas concretas y proponer iniciativas como la de crear un centro con sede en Madrid para ocuparse de la sequía y la desertificación.
El secretario ejecutivo de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), Gregoire de Kalbermatten, destacó durante la presentación de esta reunión el papel que está desempeñando España en este campo como país «muy consciente» de un problema que afecta a más de un millón de personas en el mundo y que puede agravarse de forma que muchas poblaciones se vean obligadas a abandonar sus países.
La desertificación afecta a la tercera parte del mundo, recordó por su parte la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. Para «promover el combate», es necesario «conocer los suelos» y mejorar la respuesta que damos al problema pasando «del conocimiento a la acción» con más recursos económicos, técnicas más novedosas y políticas decididas, detalló la ministra en el mismo acto.
«Falta implicar a la Unión Europea y que lo incluya en su agenda», apuntó Narbona. En cuanto a la decisión del presidente de Estados Unidos, George Bush, de convocar a las grandes potencias mundiales a una conferencia internacional sobre el cambio climático los días 27 y 28 de septiembre en Washington, la ministra opinó que es una «buena noticia» y que su iniciativa bien podría complementar las de la ONU.