Un estudio publicado en la revista científica estadounidense «Science» prevé que el cambio climático podría provocar la extinción del 20% de las especies de lagartos y lagartijas del planeta en 2080. El trabajo afirma que esta amenaza sólo podría atajarse, en parte, si se redujeran las emisiones de CO2. Aunque se tomen medidas para reducir la emisión de gases contaminantes, sería «inevitable» que en 2050 desaparezca el 6% de las especies de saurios, mantienen los autores.
Esta investigación, dirigida por el científico de la Universidad de California, en Santa Cruz (Estados Unidos), Barry Sinervo, y que cuenta, entre otros, con la participación del español Ignacio De la Riva, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), advierte expresamente de un riesgo de extinción especial para los lagartos vivíparos, frente a los ovíparos.
Los cálculos constatan que podrían desaparecer en 70 años unas 1.300 de las 5.100 especies de lagartos y lagartijas conocidos. Las previsiones son fruto de un modelo matemático validado con trabajos de campo de cuatro continentes y con participación de 26 científicos. Los autores aseguran que para muchos lagartos el cambio climático es cuestión de «vida o muerte», y reconocen que los datos son «descorazonadores y devastadores», aunque «hay esperanzas» para los lagartos del planeta si se toman ya medidas mundiales.
Los investigadores desarrollaron un modelo artificial de lagarto con microchips, capaz de replicar la temperatura corporal de un lagarto tendido al sol. El equipo colocó estos modelos térmicos durante cuatro meses en zonas soleadas, tanto en puntos con poblaciones de lagartos como en otros donde ya se habían extinguido. Los autores evaluaron el número de horas diarias que los reptiles se verían forzados a resguardarse del sol. Concluyeron que, en los lugares con extinciones de lagartos, los reptiles no habrían tenido tiempo de alimentarse ni reproducirse adecuadamente, ya que las altas temperaturas les obligarían a permanecer la mayor parte del tiempo en sus refugios. Los datos globales concluyeron que Madagascar podría ser ya una de las zonas más afectadas por el impacto del cambio global, con un 21% de las poblaciones extintas.
La pérdida de diversidad de lagartos y lagartijas «tendrá consecuencias en cascada para toda la cadena alimentaria, dado que estos reptiles son presa frecuente de un gran número de depredadores», explica De la Riva. «Es necesario aplicar medidas como limitar la deforestación o proteger las áreas de montaña», afirma.