El 70% de los españoles aboga por dar un mayor impulso a las fuentes de energía sin emisiones de CO2, como mejor solución a la dependencia nacional de combustibles fósiles, procedentes en su mayoría del exterior. El 30% restante considera que la mejor solución pasa por aumentar el ahorro y hacer un uso más eficiente de la energía. Entre las tecnologías sin emisiones figuran, además de los biocarburantes para coches, la energía solar, el resto de las renovables y la nuclear.
Al preguntarles acerca de los elementos más influyentes para realizar acciones concretas de ahorro de energía, los españoles citan en mayor medida los ahorros en la factura (92%), los distintos incentivos (89%) y los impuestos asociados (84%). Estos datos aparecen recogidos en una encuesta realizada por Accenture, que indica, además, como principales motivos para actuar contra los combustibles sólidos la reducción de emisiones, la generación de empleos «verdes» y la menor dependencia del exterior. Tres de cada cuatro consumidores dicen estar preocupados con los problemas relacionados con la energía y el cambio climático.
Este trabajo también constata que casi la totalidad de los consumidores quiere una mayor coordinación de la Administración en el mercado energético. Junto a ello, el 86% de los consumidores españoles dice estar preocupado por el riesgo futuro de escasez de energía, lo que supone 10 puntos por encima de la media internacional.
«No podemos abordar el cambio climático ni la seguridad energética a menos que se creen tanto nuevas fuentes de energía limpia como que se reduzca la demanda de consumo», afirmó el socio de Accenture Matías Alonso. El estudio demuestra que los consumidores no creen que un menor uso de la energía sea una prioridad, por lo que «pasarán muchos años antes de que las alternativas renovables estén establecidas», apuntó. Hasta entonces, las administraciones y las empresas energéticas «tendrán que hallar maneras creativas de transformar los hábitos de consumo y mejorar la eficiencia energética», señaló.