Una pareja de águila imperial se ha establecido en la provincia de Cádiz 60 años después de su extinción. Esto ha sido posible gracias al programa de actuaciones para la conservación de esta especie desarrollado por la consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
El águila imperial ibérica está catalogada en Andalucía como en peligro crítico de extinción. Su población actual en España, unas 250 parejas, la convierte en una de las cuatro aves de presa más escasas del planeta, y en la especie de águila más amenazada del continente europeo. Es la única ave rapaz que sólo vive en la Península Ibérica.
La población andaluza está estimada actualmente en torno a las 60 parejas, lo que supone aproximadamente la quinta parte de los efectivos mundiales. Su área de distribución se reparte entre la zona de Sierra Morena y las marismas del Guadalquivir.
El emparejamiento de Cádiz está formado por un macho liberado por la Consejería de Medio Ambiente en 2007 y una hembra de origen silvestre. El seguimiento por parte de los técnicos ha permitido observar que la hembra posee un plumaje de adulto imperfecto, por lo que las estimaciones calculan la edad del ejemplar en unos cinco años. El primer contacto entre ambos se produjo en 2007 y, desde entonces, su relación mutua y con el territorio ha ido en aumento, hasta que los técnicos del programa de conservación han observado la primera cópula y la construcción de un nido en febrero de este año, según informó la Junta en un comunicado.
Desde que se inició el proyecto de reintroducción en la provincia de Cádiz, se han liberado 45 ejemplares de águila imperial ibérica. El primer emparejamiento se produjo en enero de 2006 en esta provincia, una pareja que se deshizo durante un episodio de venenos en la zona. Este macho volvió a emparejarse rápidamente con una hembra reintroducida y se establecieron en la Sierra Norte de Sevilla. Tras morir el macho un año después, esa hembra formó una tercera pareja con un ejemplar silvestre, en la misma provincia.
La cuarta pareja de águila imperial se constituyó mediante la unión de un macho reintroducido en Cádiz y un ejemplar silvestre en el área de conservación de Doñana en 2008. Por último, se ha contabilizado ya la quinta, formada este mismo año en la provincia de Cádiz, destacó la Junta.