A ocho días de su entrada en vigor, el Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado hoy el Instrumento de Ratificación del Protocolo de Kioto al Convenio Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. El próximo 16 de febrero este acuerdo internacional se convertirá en jurídicamente obligatorio para los 128 países que lo han ratificado.
La entrada en vigor del Protocolo supone que una treintena de países industrializados estarán obligados jurídicamente a cumplir los objetivos cuantitativos para reducir o limitar sus emisiones de seis gases de efecto invernadero durante los cinco años comprendidos entre 2008 y 2012 a niveles inferiores a los de 1990. La Unión Europea (UE) deberá reducir sus emisiones combinadas un 8%.
Además, con su puesta en marcha el mercado internacional del carbono pasará a ser una realidad jurídica y práctica. El régimen de «comercio de derechos de emisión» del Protocolo permite a los países industrializados comprar y vender mutuamente créditos de emisión.
Este pacto también contempla el denominado Mecanismo para un Desarrollo Limpio (MDL), que alentará las inversiones en proyectos en países en desarrollo que limiten las emisiones al mismo tiempo que promuevan un desarrollo sostenible. Otro instrumento, el Fondo para la Adaptación del Protocolo, establecido en 2001, comenzará a prepararse para ayudar a los países en desarrollo a hacer frente a los efectos negativos del cambio climático.
Sólo cuatro países industrializados -EE.UU., Australia, y los testimoniales Liechtenstein y Mónaco- no han ratificado el Protocolo. Los dos primeros representan más de un tercio de los gases de efecto invernadero emitidos por los países industrializados, pese a lo cual no tienen intención de ratificar el pacto de la ciudad nipona porque dicen que perjudica a sus economías. Por su parte, Brasil, China, India e Indonesia, aunque forman parte del Protocolo, no tienen objetivos de reducción de las emisiones.