La nueva expedición del buque de investigación oceánica «Hespérides» va a estudiar la morfología del fondo del Mar de Alborán y va a crear una cartografía digital detallada de la zona gracias al proyecto «Marsibal». La expedición saldrá del puerto de Cartagena el próximo sábado 29 de abril.
«La aplicación directa de nuestro trabajo es conocer la morfología del fondo marino y crear una cartografía digital en la que estudiar los valles submarinos, el transporte de sedimento desde tierra hasta las zonas más profundas del Mar de Alborán y los depósitos acumulados de su transporte, así como posibles inestabilidades submarinas», explica la investigadora principal, Belén Alonso Martínez, especialista en sedimentología y morfología del Centro Mediterráneo de Investigaciones Marinas y Ambientales (CMIMA).
Durante 15 días, un total de 13 expertos de distintas disciplinas científicas recogerán todo tipo de datos sobre el fondo marino, entre ellos sus sedimentos. De estos saldrá otra parte fundamental del proyecto «Marsibal»: el estudio de la historia del clima en la zona.
«A través de estas muestras estudiaremos los caparazones de ciertos organismos calcáreos de tamaño minúsculo que son capaces de recoger condiciones ambientales como son la temperatura y la salinidad del agua», detalla la especialista del CMIMA. Para recuperar estos caparazones del fondo marino, la expedición utilizará técnicas de muestreo que consisten en un testigo de carga (que puede recuperar hasta 40 centímetros de sedimento marino) y un testigo de gravedad (que obtiene hasta cinco metros de longitud del material).
Con el estudio del material extraído, el grupo realizará una escala a alta resolución de los cambios preclimáticos y preoceánicos de la zona. «Conoceremos así lo que ha ocurrido en los últimos 10.000 años y, aunque ya se sabe que ha habido un incremento de temperatura, podremos comprobar si en la zona del Mar de Alborán hubo un enfriamiento puntual hacia los 8.000 años, como ocurre en otras partes del planeta», adelanta Belén Alonso.
La diferencia con otros proyectos científicos realizados con anterioridad en la zona es que en esta ocasión, al contar con la tecnología punta del «Hespérides», se podrá realizar un estudio de alta resolución de las variaciones climáticas mucho más acertado y con unos márgenes de tiempo más reducidos, sin olvidar una cartografía digital del fondo mucho más detallada.