En las profundidades marinas de la región antártica se esconden algunos secretos celosamente guardados que pueden ayudar a los científicos a atar cabos en la investigación de las especies y de sus relaciones ecológicas y evolutivas.
La doctora Angelika Brandt, de la Universidad de Hamburgo (Alemania), revela en la revista «Nature» algunos sorprendentes hallazgos de su equipo en las distintas expediciones al continente helado.
Crustáceos, moluscos, esponjas…
Entre 2002 y 2005, Brandt y su equipo emprendieron el proyecto ANDEEP: tres expediciones a bordo del buque «Estrella Polar». Las muestras recogidas entre 748 y 6.348 metros de profundidad en el Mar de Weddell revelaron que el fondo antártico alberga una biodiversidad desbordante. Más de 700 nuevas especies, desde crustáceos isópodos -585 tipos-, moluscos o esponjas carnívoras, hasta animales microscópicos, como foraminíferos o gusanos nematodos.
El Mar Weddell es un recurso importante de agua profunda para el resto del océano y proporciona una posible ruta para que las especies entren a estas aguas. Además, el equipo de científicos descubrió faunas de aguas profundas que también se encuentran en las comunidades de las placas adyacentes y en otros océanos.
14 organizaciones internacionales han investigado el manto marino, sus cordilleras continentales y los cambios en las aguas profundas
Después del trabajo de campo, Brandt y su equipo investigador se plantean numerosas incógnitas e hipótesis. Al contrario que las aguas superficiales del Antártico, cuya movilidad está limitada por el hielo, el fondo de este océano actúa como fuente de aguas profundas para otros mares. Según esto, quizá también sus habitantes surten de vida a otras latitudes, con lo que los abismos helados del sur podrían actuar como un reservorio evolutivo para las profundidades de todos los mares del planeta.
Las tres expediciones se realizaron a bordo del buque de investigación alemán Polarstern entre los años 2002 y 2005. Un equipo internacional procedente de 14 organizaciones internacionales investigó el manto marino, sus cordilleras continentales y los cambios en las aguas profundas para crear una imagen de esta poca conocida región del océano.