La sequía que vive Australia ha creado una situación peligrosa sin precedentes, según señaló el primer ministro, John Howard. Si no llueve pronto y mucho no habrá agua para irrigación, aseguró el primer mandatario australiano. El último informe sobre la situación «presenta una situación peligrosa sin precedentes» en la cuenca de Murray Darling, afirmó Howard. La cuenca de Murray Darling proporciona el 34% de la producción agrícola de Australia, incluido el 96% de todo el algodón australiano, y contiene el 75% de los cultivos de grano y pastos de riego. Cerca de dos millones de personas residen en Murray Darling, que abarca un gran territorio de 1.061.469 kilómetros cuadrados.
«Lo que el informe dice en esencia es que a menos que tengamos entradas muy sustanciales, y por ello hay que entender copiosas precipitaciones antes de mediados de mayo, no habrá agua suficiente disponible para regar o cualquier otro propósito fuera del abastecimiento de las ciudades», resumió. Aunque llueva en las próximas semanas, no se sabrá hasta julio o agosto si la cuantía del agua recogida es suficiente, según advirtió Howard.
La escasez de agua ha reducido en un 60% la producción agrícola, según anunció el pasado mes de febrero la Oficina Australiana de Recursos Económicos y Agrícolas, que calculó entonces que se recogerían sólo 1,9 millones de toneladas, la cantidad más baja desde las graves sequías de los años 1982 y 1983.