Una almeja descubierta en la costa de Islandia es el animal más viejo que se conoce. Este ejemplar, que puede presumir de haber vivido más de 400 años, pertenece a la especie «Arctica islandica» y fue hallado por científicos de la Universidad de Bangor (Gales), en el marco de un programa para estudiar los cambios climáticos registrados en el último milenio.
El récord de longevidad animal lo ostentaba hasta ahora otra almeja de Islandia, que vivió 374 años, aunque oficialmente el que reconoce el Guinness es el establecido por otra congénere descubierta en aguas americanas y que vivió durante 220 años. «Ming», como ha sido apodado el nuevo ejemplar, en referencia a la dinastía que regía en China cuando nació, ha pulverizado ambas marcas.
Tras contar las líneas de su concha, los científicos galeses establecieron que «Ming» llevaba entre 405 y 410 años en las gélidas aguas de la costa norte de Islandia.
El hecho de que tres almejas ostenten los records de longevidad en el mundo animal puede obedecer, según los investigadores, a que hayan desarrollado sistemas de defensa excepcionalmente eficaces contra los procesos degenerativos asociados a la edad.
«Si en la ‘Arctica islandica’ la evolución ha creado un modelo de resistencia exitoso al daño causado por el envejecimiento, es posible que una investigación de los tejidos de esos auténticos ‘matusalenes’ pueda ayudarnos a entender el proceso del envejecimiento», dice Chris Richardson, uno de los autores del hallazgo. Los científicos creen que todavía pueden encontrarse ejemplares con edades superiores en el Mar de Irlanda y en el Mar del Norte.
Estudio de las conchas
El grupo responsable de este descubrimiento está especializado en estudiar el crecimiento y la edad de las almejas a partir de las líneas que se forman anualmente en sus conchas.
El crecimiento de las conchas de las almejas está relacionado con factores medioambientales, como la temperatura del agua, la salinidad y la disponibilidad de alimento, por lo que los científicos creen que su estudio puede permitir también entender los cambios en los océanos vinculados al calentamiento global.
Al margen de las almejas, otros animales de gran longevidad son las tortugas marinas -algunas especies llegan a alcanzar los 180 años- y el erizo de mar de color rojo, que puede llegar a vivir entre 150 y 200 años.