El Instituto Español de Oceanografía (IEO), a través de su centro en Santander, y la Universidad de Cádiz han concluido una campaña de marcado electrónico de atún rojo en el golfo de Vizcaya. La operación, integrada en el proyecto MIGRATUN, ha tenido como objetivo la captura de 150 atunes rojos para implantarles marcas electrónicas con las que realizar un seguimiento detallado de las piezas una vez puestas de nuevo en libertad.
El rastreo de los atunes permitirá elaborar mapas de desplazamientos de los mismos, lo que ayudará a asesorar mejor las políticas de protección de esta especie. En el seguimiento se aplicarán las recomendaciones de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA o ICCAT), en lo referente a temas prioritarios de investigación para el atún rojo.
La IEO explica que la grave situación de las poblaciones de esta especie ha traído como consecuencia la adopción de planes de recuperación, tanto en el Atlántico occidental como en el oriental y en el mar Mediterráneo, lo que requiere un continuo avance en la investigación sobre la biología y la dinámica de las poblaciones de atún rojo. Las nuevas técnicas de marcado con dispositivos electrónicos, constituyen una herramienta de enorme utilidad en el estudio del comportamiento de individuos procedentes de distintas poblaciones y de los parámetros ambientales en los que se desenvuelven. Proporcionan datos de gran utilidad para desvelar los patrones migratorios e interacciones entre las distintas poblaciones locales distribuidas por todo el Atlántico y el Mediterráneo. Esta información será interpretada en función de los conocimientos disponibles sobre la biología y ecología del atún rojo, lo que servirá como referencia para descifrar las claves del complejo comportamiento de estos peces. Gracias a lo anterior, los científicos podrán aportar recomendaciones para que las autoridades políticas pongan en marcha políticas apropiadas de explotación sostenible y conservación de la especie.