El Instituto Worldwatch considera que el consumismo en el mundo se mantiene a un ritmo insostenible

Propone reformas tributarias para dedicar más impuestos a reparar los daños al medio ambiente
Por EROSKI Consumer 9 de enero de 2004

El afán consumista que existe en la actualidad en el mundo se mantiene a un ritmo insostenible, según revela el «Informe sobre el estado del mundo en 2004» publicado por el Instituto Worldwatch. Concretamente en el capítulo titulado «¿Cuánto es suficiente?» se pone de manifiesto que haría falta un planeta tres veces mayor que la Tierra para saciar la sed consumista global si el modelo occidental se replicara.

El Instituto Worldwatch indica que el consumismo, que se ha extendido por el mundo debido a la creación de mayor riqueza y a la globalización, acarrea graves consecuencias para los ricos y no contribuye a resolver los problemas de los sectores más indigentes.

Asimismo, señala que las enfermedades que este fenómeno acarrea, como la obesidad, han afectado gravemente a los sectores de mayores recursos. «El mundo consume productos y servicios a un ritmo insostenible, con resultados graves para el bienestar de los pueblos y el planeta», destaca el informe.

Más de 1.700 millones de personas en todo el mundo adoptaron durante el siglo pasado dietas, sistemas de transporte y estilos de vida hasta ahora limitados a Europa, América del Norte y Japón. «El aumento del consumo ha ayudado a atender necesidades básicas y a crear fuentes de empleo», asegura el presidente del Worldwatch, Christopher Flavin.

Reparto desigual

El informe hace hincapié en el hecho de que el gasto para la adquisición de bienes y servicios se ha cuadriplicado desde 1960 y en 2000 fue de más de 20 billones de dólares. Además, sólo un 12% de la gente que vive en Norteamérica y Europa occidental es responsable del 60% de ese consumo, mientras que los que viven en el sudeste asiático o en el África subsahariana representan sólo un 3,2%.

Lisa Mastny y Brian Halweil, responsables del trabajo, explican que en las últimas décadas el consumismo de los más ricos, y ahora de las clases medias, ha ido más allá de la intención de saciar necesidades o incluso ansias. En este sentido, subrayan que el fenómeno aumenta en el mundo en desarrollo debido a la globalización.

En esta misma línea, el Worldwatch advierte de que el creciente consumo en el mundo industrializado y en los países en desarrollo es más de lo que nuestro planeta puede soportar. Esto produce que los bosques, las tierras agrícolas, las selvas y los territorios vírgenes disminuyan para dar espacio a la gente, las casas, etcétera.

Pero no todo es negativo. Así, el informe destaca que la demanda consumista en China ha estimulado la economía, creado fuentes de empleo y atraído la inversión externa.

Pero para que no se alteren estos beneficios, el Instituto propone reformas tributarias para dedicar más impuestos a reparar los daños al medio ambiente, normas para impedir la incineración y mejorar la calidad y perdurabilidad de los productos, así como la responsabilidad personal.

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