El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil atendió el año pasado en España a alrededor de 21.000 animales, tanto silvestres como domésticos. Se trataba, en su mayoría, de animales atropellados, otros con heridas por choque contra tendidos eléctricos de alta tensión y envenenamientos por productos fitosanitarios. Son animales en apuros que necesitan la ayuda de un veterinario, pero hasta que se les traslada al centro adecuado, y dependiendo de la gravedad de las heridas y de la especie de que se trate, serán de vital importancia los cuidados que se les presten en un primer momento.
Con esta finalidad, el Ministerio de Medio Ambiente ha editado el «Manual para el Manejo de Animales Heridos», destinado a profesionales de la conservación de la fauna y que incluye los procedimientos específicos en cada caso y consejos para la prevención de riesgos de las personas encargadas de manipular a los animales. Y es que no es lo mismo tratar a una ardilla o una liebre que a un águila o un zorro, por ejemplo. Por este motivo, quienes deben encargarse del manejo del animal son los profesionales y no los particulares.
Sus principales destinatarios son, por tanto, los agentes forestales y del Seprona, para conseguir aumentar así la eficacia en la recuperación de la fauna silvestre. Se trata, según dice el secretario general de Medio Ambiente, Juan del Álamo, de dar «una segunda oportunidad a los animales heridos».
El manual recoge las técnicas de primeros auxilios para contención de hemorragias, tratamiento de heridas y quemaduras, estabilización de fracturas en extremidades y reanimación, entre otros aspectos. Además, incluye dibujos de las especies para poder identificarlas y describe paso a paso lo que hay que hacer en cada caso, con advertencias sobre los riesgos a la hora de manipular al animal, consejos sobre los instrumentos que deben utilizarse y métodos para transportarlo. También contiene un listado de los centros de recuperación por comunidades autónomas y la normativa actual sobre fauna silvestre.
En el libro, el manejo de la fauna está dividido en cuatro capítulos dedicados a mamíferos, aves, reptiles y anfibios, y fauna marina. En este último caso, se especifica qué hacer con los animales petroleados y varados.