La comercialización del atún rojo debe quedar vetada en el mercado internacional, según la petición realizada por la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo. La Unión Europea (UE) debe fijar su posición formal de cara a la reunión de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies (CITES), que tendrá lugar entre el 13 y el 25 de marzo en Doha (Qatar) y en la que se discutirá si incluir el atún rojo entre las especies protegidas, lo que en la práctica se traduciría en el veto a su comercialización.
La Comisión Europea (CE) ya trató de convencer en 2009 a los Veintisiete en esta misma dirección, pero chocó con las reservas de los países mediterráneos, entre ellos España y Francia, que prefirieron recortes en las posibilidades de capturas antes que prohibirlo.
El informe adoptado esta semana en el Parlamento Europeo es un paso más hacia una protección más estricta de una especie que está en peligro, indicaron desde la organización ecologista Greenpeace. La directora de las campañas de Océanos de Greenpeace Europa, Saskia Richartz, pidió al Ejecutivo comunitario y a los países mediterráneos que no ignoren los «crecientes llamamientos» para salvar el atún rojo.
La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, evitó valorar la acción del Parlamento Europeo y abogó por mostrar «prudencia» hasta que la nueva CE se pronuncie sobre esta cuestión. Cuando se conozca la posición del nuevo Ejecutivo comunitario se podrá «empezar el debate para que las posturas sean coincidentes, si es que no lo son ya», afirmó Espinosa, tras comparecer ante la comisión de Agricultura de la Eurocámara.