El «Prestige» vertió al mar más fuel del que dijo en su día el Gobierno, según los cálculos realizados por la petrolera Repsol, encargada de sustraer el «chapapote» que aún se encuentra dentro del buque hundido. Mientras iba a la deriva, y una vez hundido, el buque vertió al mar casi toda su carga, unas 63.000 toneladas de fuel, que rebasan en 23.000 las cifras del Ejecutivo, según la petrolera, que cifra ahora en unas 14.000 toneladas el combustible remanente en el pecio, cuyas operaciones de rescate empezarán la próxima primavera.
Esta compañía afirma que los restos submarinos del «Prestige» albergan 13.100 toneladas en los tanques de proa y otras 700 en popa. De ser exactos estos cálculos, la marea negra fue, en cifras, muy superior a las 40.000 toneladas estimadas por el Gobierno.
En un acto presidido en Vigo por el número dos del Ejecutivo central, Mariano Rajoy, el vicepresidente de Repsol, Miguel Ángel Remón, detalló ayer los preparativos para el rescate del fuel, que debiera comenzar, si todo va bien, la próxima primavera. La compañía prevé poner a prueba en la primera quincena de septiembre el método de extracción por gravedad, por medio de bolsas-lanzadera. De confirmarse la viabilidad de este sistema, Repsol espera tener concluidas las labores de recuperación del carburante en mayo o junio.
En los próximos días llegarán a Vigo los materiales precisos para el ensayo de los dos prototipos de bolsas-lanzadera encargados -reutilizable y desechable-, con los que se probará el desplazamiento en vertical a una profundidad de 4 kilómetros. El operativo contará con el apoyo del buque «Dock Brage Enterprise», contratado para la recogida y transporte de las bolsas a los diques secos de los astilleros de Izar, en Ferrol, primero, antes de depositar el combustible en la refinería de Repsol en La Coruña.
Si estos primeros test resultan negativos se optaría por el confinamiento del pecio con una marquesina capaz de contener el fuel durante medio siglo, lo que retrasaría la solución hasta octubre de 2004. Ya está encargado un modelo a escala para realizar pruebas de inmersión e izado.
Repsol se ha comprometido a despejar en torno a noviembre las dudas sobre el método más eficaz para vaciar el «Prestige» y formular una propuesta definitiva al Gobierno. La operación costaría entre 50 y 90 millones de euros.
Mientras tanto, los responsables de la empresa petrolera dieron por concluido el sellado de las fisuras en el casco partido del barco. Desde principios de julio, cuatro robots submarinos alojados en el buque «Polar Prince» han trabajado para taponar las grietas por las que el fuel seguía manando a la superficie. En la actualidad, el vertido diario del «Prestige» se ha reducido a 20 litros de crudo -diez por la proa y otros diez por la popa- frente a los 700 que salían antes de que se cerraran las 15 grietas sobre las que trabajaron los ingenios.
Aguantar sin problemas
Rajoy se felicitó por la buena marcha de una experiencia que «es pionera en el mundo» y que, dados los éxitos obtenidos hasta el momento, permiten mantener el optimismo y pensar que los plazos para una solución definitiva se cumplirán. En todo caso, recalcó que tal y como se encuentra en estos momentos el pecio, con sus grietas totalmente selladas, podría aguantar sin generar problemas hasta una década.
Rajoy insistió en que el turismo no se ha visto afectado por la crisis del «Prestige» y que la recuperación de las zonas que padecieron las mareas negras es prácticamente total. Según el Gobierno, de las 1.049 playas afectadas, sólo 16 presentan todavía restos.
En total, desde noviembre del 2002, cuando el «Prestige» se hundió frente a Galicia, se han retirado más de 130.000 toneladas de carburante y residuos, 51.000 del mar y el resto, de las playas.