La prevención, detección y resolución de incendios se lleva a cabo en España gracias a la información que suministran el satélite europeo Meteosat y los estadounidenses NOAA-AUHRR y Landsat. Partiendo de estas imágenes, los responsables del Sistema de Información Geográfica (SIG), que tomaron parte esta semana en un curso de la UNED, elaboran un mapa de estimación de riesgos antes del fuego, detectan con precisión los focos activos durante el incendio y una vez finalizadas las tareas de extinción, confeccionan la cartografía de las áreas afectadas.
Estos satélites envían modelos topográficos digitales con las alturas, el relieve, las pendientes o las zonas de sol y sombra del terreno. Y esta información se recibe constantemente porque el Meteosat sobrevuela la península cada media hora, mientras que el NOAA-AUHRR pasa sobre nuestro suelo cada 6 horas y el Landsat, cada 16 días.
Estos datos se procesan en España con la ayuda del SIG y se obtienen los porcentajes de sombra, los modelos de combustibilidad de la vegetación y la red vial con sus carreteras y caminos y las áreas de recreo de la zona. Además, las estaciones meteorológicas locales integradas en la red básica del Instituto Nacional de Meteorología (INM) suministran las temperaturas y la humedad de cada sector del territorio.
Toda esta información permite elaborar un mapa de riesgos que, combinado con los puntos de vigilancia terrestres, hace posible a los responsables conocer los índices de riesgo humano, de riesgo de la vegetación y de probabilidad de ignición.