Diversos expertos señalaron en el transcurso de las jornadas «Pensando en Madrid», que se celebraron en la capital española, que el tráfico rodado provoca el 80% de la contaminación de las grandes ciudades. Ello se debe especialmente a una pequeña porción (20%) de vehículos que son «altamente contaminantes», como consecuencia de «un sistema de control de emisiones muy pasivo», según informó el Colegio de Ingenieros Industriales de Madrid (COIIM).
«Dos terceras partes» de la contaminación urbana en España podrían estar causadas por un 20% de vehículos «altamente contaminantes», que sumarían un total de dos millones de coches, indicó Francisco García-Blanch, experto en evaluación de políticas comunitarias. La existencia de este parque de vehículos es consecuencia de «un sistema de control de emisiones muy pasivo», dependiente de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) y mucho menos «riguroso» que el existente en Estados Unidos, añadió. Las entidades locales, facultadas para efectuar los controles de las emisiones de partículas y dióxido de carbono de los coches, «han abandonado totalmente esta práctica», aseguró García-Blanch.
En las grandes ciudades europeas «se echa en falta» un método para «medir y predecir» los flujos de tráfico «más calientes» que generan los niveles de contaminación referidos, señaló la directora del Instituto de Estudios del Transporte de la Universidad de Leeds (Reino Unido), Margaret Bell. Si se llevase a cabo la medición del tráfico en las zonas más concurridas, los planes de calidad del aire previstos en la normativa de las ciudades podrían contar con nuevos elementos de gestión para actuar sobre el agente más determinante en la contaminación atmosférica de las urbes, afirmó la experta.
La importancia de las emisiones industriales tiende a disminuir en las ciudades, por el traslado de las fábricas a zonas rurales, dijo por su parte otro de los ponentes, José Ramón Perán, director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Valladolid. También incidió en el «cambio significativo» experimentado por el parque automovilístico, compuesto por coches de gran cilindrada que han adoptado de forma mayoritaria el diesel y «cuyo poder contaminante» es mayor que el de otro tipo de vehículos. No obstante, en los próximos años «se prevé» una importante disminución de la polución atmosférica generada por los coches, debido a la legislación europea, concluyó.