La organización ecologista Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) ha lanzado una advertencia contra el creciente impacto que tiene el turismo masivo en la cuenca del Mediterráneo, el principal destino turístico mundial. Los países del Mediterráneo reciben anualmente 220 millones de turistas y dentro de 20 años la cifra crecerá hasta los 350 millones, según las estimaciones del WWF.
El responsable del programa de turismo de la oficina mediterránea del Fondo Mundial para la Naturaleza Peter DeBrine ha señalado que «la industria del turismo debe reducir su impacto sobre la naturaleza si queremos salvar la singular herencia del Mediterráneo». «Destruyendo el valioso medio ambiente del cual depende, la industria del turismo será la gran perdedora. A este paso, las consecuencias serán devastadoras e irreversibles», agregó el experto.
El incremento del turismo podría llevar a un desarrollo descontrolado de toda la cuenca, degradando la singular riqueza natural y cultural de la región, según un estudio del WWF. Países como Francia, Italia y España experimentarán un continuo incremento en la presión del turismo, mientras que Marruecos, Túnez, Grecia, Turquía y Croacia registrarán el surgimiento de un nuevo desarrollo turístico masivo. Actualmente el turismo es uno de los principales agentes de degradación costera y marina del Mediterráneo.
Entre la enormes transformaciones que causa el turismo se encuentran la erosión de sus suelos, las crecientes descargas de contaminantes en el mar, la pérdida del habitat natural para muchas especies que se ven amenazadas de extinción y el aumento de la vulnerabilidad a los incendios forestales. El Fondo exhortó a profesionales del turismo y a autoridades locales a comprometerse en favor de un desarrollo turístico responsable de la cuenca del Mediterráneo.