El mantenimiento o no de la moratoria para la caza de ballenas vigente desde 1986 depende del voto que emita Costa Rica en el seno de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), que tendrá su próxima reunión durante el próximo mes de mayo en Alaska. Por ello, diversas organizaciones ecologistas nacionales e internacionales han pedido al Gobierno de ese país que vuelva a participar en la CBI, de la que salió en 1986, y que emita una opinión que pueda garantizar el futuro de las ballenas.
Japón, Noruega e Islandia presionan actualmente a la CBI para que se levante la moratoria, según explicó el coordinador de la Campaña de Ballenas de Greenpeace Internacional, Milko Schvartzam, que recordó que esta medida ha permitido en los últimos años recuperar algunas especies que estaban a punto de desaparecer. No obstante, su número es apenas entre un 5% y un 8% del que había hace poco más de cien años. Los miembros de la comisión están divididos, por lo que un único voto podría decidir el resultado final, señaló Schvartzam.
La participación del país centroamericano en esta reunión requiere que antes se cancele la deuda que mantiene con la CBI, que asciende a 315.000 dólares. Las organizaciones ecologistas, con el fin de garantizar que Costa Rica, pueda estar presente en la cita de mayo, ofrecieron incluso al Gobierno costarricense realizar diversas actividades para recaudar el dinero necesario.