Ayer entró en vigor el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Agricultura y la Alimentación, que fomentará la agricultura sostenible en el mundo, tras haberse alcanzado el pasado marzo el umbral de ratificaciones necesario.
Con la ratificación de doce países europeos y la Comunidad Europea, en marzo quedó superada la cifra de 40 firmas necesarias para la entrada en vigor del acuerdo. Así, se confirma internacionalmente la protección de 64 especies vegetales consideradas cruciales para el futuro de la agricultura y la alimentación, como el trigo, el maíz, el arroz o la patata.
«El Tratado reúne a países y agricultores y les ofrece un enfoque multilateral en el acceso a los recursos genéticos de las plantas y el reparto de los beneficios derivados de su uso», señaló el director general de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diouf. «La Humanidad necesita salvaguardar y potenciar el precioso legado de los recursos genéticos de las plantas. Este legado es la base para una agricultura sostenible», agregó.
El organismo que dirige Diouf considera que la entrada en vigor de este acuerdo internacional vinculante será crucial para permitir una agricultura sostenible en la que no se pierdan más especies vegetales y, con ellas, la biodiversidad, y para que los beneficios derivados de su uso se repartan de forma equitativa.
El sistema derivado del Tratado sienta las bases para un reparto obligatorio de los beneficios obtenidos de la utilización de dichos recursos genéticos, incluidos los beneficios procedentes de la comercialización por el sector privado de nuevas variedades de cultivos.
Este nuevo marco legal «será un factor fundamental para garantizar la seguridad alimentaria ahora y en el futuro», afirma la FAO, que recuerda que la supervivencia de la mayoría de los agricultores pobres del mundo depende de la biodiversidad genética, protegida durante generaciones por la experiencia y el conocimiento tradicional.
Sin embargo, la biodiversidad se está reduciendo de forma dramática, y de las 10.000 especies cultivables conocidas antaño hoy en día apenas 150 cultivos alimentan a la población mundial, y sólo doce proporcionan el 80% de la energía consumida.