La Unión Europea (UE) mantendrá su compromiso de reducción de emisiones de CO2 en la lucha contra el cambio climático decida lo que decida la conferencia internacional sobre el tema que se celebra en Nairobi. La ministra española de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ratificó el «firme» propósito europeo plasmado en el Protocolo de Kioto, y su continuidad «pase lo que pase».
Narbona aseguró que la UE se ha marcado como meta reducir sus emisiones de dióxido de carbono, principal gas de efecto invernadero, en un 30% para el año 2020, aunque de Nairobi no salga ningún pacto internacional para seguir adelante una vez que expire, en 2012, la vigencia del Protocolo de Kioto.
Los participantes en el foro de la capital keniana tratan de pactar una declaración final de consenso, aunque pocos confían en que los gobiernos presentes adopten algún nuevo compromiso formal para reducir los vertidos atmosféricos derivados de la quema de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo. Pese a ello, el secretario general para la Prevención del Cambio Climático, Arturo Gonzalo Aizpiri, valoró los progresos que, a su juicio, ha hecho la conferencia. Entre ellos, el consenso teórico sobre la necesidad de recortar un 50% las emisiones mundiales de CO2 (respecto de las cifras del año 2000), aunque no se haya fijado un calendario.
Fondo fiduciario
Por otro lado, Narbona firmó ayer en Nairobi un acuerdo con el director ejecutivo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Hachim Steiner, por el que se crea un fondo fiduciario encargado de administrar las aportaciones españolas, públicas o privadas, a la ONU para los grandes temas ambientales.
La ministra anunció además la aportación de otros cuatro millones de euros a la lucha internacional contra el cambio climático. Dos millones se repartirán a la mitad entre África y América Latina, en el marco de la iniciativa auspiciada por Kofi Annan, secretario general de la ONU, para ayudar a los países pobres a afrontar las consecuencias del calentamiento global.
Los otros dos millones son una contribución voluntaria al Fondo Especial de Cambio Climático, que gestiona el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, para financiar actividades ligadas a la adaptación a este reto global, y a transferencia tecnológica.
Amenaza para la Paz
Por su parte, Kofi Annan llegó ayer a Nairobi con el objetivo de relanzar las negociaciones para evitar que la conferencia termine en un sonado fracaso. El secretario general de la ONU dijo que «las emisiones en los países en vías de desarrollo no pueden seguir creciendo de forma incontrolada», en clara alusión a que deben ir pensando en asumir compromisos de reducción.
Y es que «el cambio climático no es ciencia-ficción -apuntó Annan-, sino que es una amenaza real para la paz y la seguridad en el mundo», que pone en peligro «las bases en que vive la mitad de la población mundial».
Precisamente el mayor riesgo está en los países más pobres del planeta. Por eso, Annan anunció que seis agencias de la ONU han firmado el Plan Nairobi para ayudar a los países en vías de desarrollo, especialmente los africanos, a participar en el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), que consiste en transferir tecnologías limpias a las naciones menos desarrolladas para obtener créditos de emisión. Sólo el África subsahariana suma ya el 1,7% de los proyectos de MDL.