España, un paraíso para el astroturismo y ver estrellas en la naturaleza

El astroturismo es una forma de turismo centrada en la observación del cielo. Es adecuada para todas las edades. Combina la pasión por la astronomía con el turismo sostenible, en plena naturaleza, y la educación científica, ya que ofrece a los viajeros experiencias enriquecedoras y sorprendentes.

Además de la observación directa de fenómenos astronómicos como la Vía Láctea y las estrellas, el astroturismo puede incluir visitas a observatorios, participación en talleres y charlas o la práctica de fotografía astronómica, entre otras actividades.  

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La Fundación Starlight es una organización sin ánimo de lucro creada por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Está comprometida con la protección del cielo nocturno y la promoción del astroturismo en todo el mundo. Entre sus objetivos se encuentra la difusión cultural de la astronomía y el fomento del desarrollo económico sostenible local a través del astroturismo.

La Fundación emite el certificado «Destino Turístico Starlight» a aquellos lugares visitables que destacan por su excelente calidad de cielo y cumplen con estrictos criterios de sostenibilidad ambiental. Este reconocimiento cuenta con el respaldo de instituciones internacionales como la UNESCO, la Organización Mundial del Turismo (UNWTO) y la Unión Astronómica Internacional (IAU), garantizando altos estándares en la conservación 

Los “Destinos Turísticos Starlight” también deben cumplir con requisitos que van más allá de la calidad de sus cielos y la protección ambiental. Han de contar con infraestructuras adecuadas, actividades turísticas relacionadas con la oferta turística —como alojamiento, medios de observación o capacitación del personal en interpretación astronómica— y una integración respetuosa con el entorno natural nocturno.

Gracias a su ubicación geográfica, el clima y la baja contaminación lumínica de muchas zonas, España se posiciona como un lugar idóneo para el astroturismo. Hemos elegido dos destinos (islas Canarias y Castilla-La Mancha), pero prácticamente en todo el país hay lugares fantásticos para practicar esta actividad. Puedes consultar la lista completa aquí.

Las islas Canarias tienen algunos de los cielos más limpios del mundo. Durante la noche, se pueden ver a simple vista los cráteres lunares, la Vía Láctea y una multitud de estrellas.

En La Palma, el Observatorio del Roque de los Muchachos se distingue como la primera Reserva Starlight del mundo. Además, en la isla se pueden explorar diversos senderos astronómicos, como la ruta del Roque de los Muchachos, de las estrellas, de la luna llena y la ruta del sol.

En Tenerife, el Parque Nacional del Teide, con su paisaje volcánico excepcional, es un escenario incomparable para la observación astronómica. El Observatorio del Teide organiza visitas y actividades todo el año, tanto para aficionados como para expertos en astronomía.

Castilla-La Mancha presume de uno de los cielos más limpios y estrellados de la península, especialmente en la comarca albaceteña de la Sierra del Segura. Aquí se han habilitado siete miradores estratégicamente ubicados para minimizar la interferencia lumínica, entre los que destaca el del Monte de San Bartolomé, en Yeste.

Además, Castilla-La Mancha alberga uno de los destinos Starlight más grandes de España: la comarca de la Sierra Norte y el Parque Natural del Alto Tajo, formado por 161 localidades. Este espacio natural, de gran belleza, proporciona una excelente oportunidad para contemplar el firmamento como en pocos lugares.

El astroturismo es una actividad bastante asequible, pero si es la primera vez que te aventuras a practicarlo, quizá deberías considerar unirte a una excursión organizada por profesionales. Hacerlo te permitirá familiarizarte con este tipo de turismo, ganar confianza y aprender qué observar en el cielo nocturno. 

Si prefieres ir por tu cuenta, asegúrate de verificar las condiciones meteorológicas antes de salir a la naturaleza. Además, espera a que la noche esté por completo oscura; la mejor hora para observar el cielo es después de la medianoche, cuando la luna está baja o ausente en el cielo.

No olvides llevar ropa abrigada, agua y snacks para aguantar cómodamente durante la noche. Además, es esencial llevar una linterna roja (menos molesta para la visión nocturna que las blancas), prismáticos o un telescopio y un mapa celeste o una aplicación en el móvil para identificar constelaciones. Ten paciencia, adaptarse a la oscuridad puede llevar un tiempo y puede que al principio no veas mucho. 

La contaminación lumínica es ese brillo artificial que invade el cielo nocturno, sobre todo en las grandes ciudades, y representa una seria amenaza para el disfrute de las estrellas. Según el informe ‘The new world atlas of artificial night sky brightness’, más del 80 % de la población se ve afectada por este fenómeno.

En Europa, la luz artificial nocturna oculta la Vía Láctea a dos tercios de sus habitantes y cubre el 88 % de su superficie con un resplandor artificial. La ONU señala que, en la última década, la luz artificial ha aumentado un 2 % anual, casi el doble de la tasa de crecimiento de la población mundial.

Además de privarnos del espectáculo que supone contemplar el cielo, la contaminación lumínica amenaza el equilibrio de los ecosistemas y la salud humana. Hay estudios que afirman que puede alterar los patrones de sueño, aumentar el riesgo de enfermedades como la diabetes y el cáncer e, incluso, afectar al desarrollo cognitivo de los niños.